Washington, 29 ene (EFECOM).- La Reserva Federal (Fed) de EEUU comenzó hoy su primera reunión de política monetaria del año con la expectativa de que ralentice su ritmo de subida de tipos de interés ante la moderación de las perspectivas económicas.
De cara al nuevo año, el presidente de la Fed, Jerome Powell, afirmó a comienzos de mes que el banco central puede ser "paciente" y "flexible" en su ritmo gradual de ajuste monetario ante la desaceleración del crecimiento global.
Por su lado, la economía estadounidense mantiene su solidez, con una tasa de desempleo del 3,9 % al cierre de 2018 y en niveles de pleno empleo; mientras que la inflación está controlada en torno a la meta anual marcado por el propio banco central, del 2 % anual.
Los tipos de interés se encuentran actualmente en el rango de entre el 2,25 % y el 2,5 %, tras los cuatro ajustes monetarios llevados a cabo en 2018, y los analistas prevén dos alzas adicionales este año, una menos de las anticipadas a finales del pasado año.
"La ausencia de una aceleración en la inflación apoya el plan de la Fed de ser paciente y sugiere que no habrá subida de tipos hasta junio, como muy pronto", indicó Ryan Sweet, economista de Moody's Analytics, en una nota a sus clientes.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), órgano de la Fed que dirige la política monetaria, arrancó esta mañana su encuentro de dos días, que concluirá mañana miércoles con la divulgación de un comunicado a las 14.00 hora local (18.00 GMT).
A continuación, a las 14.30 hora local (18.30 GMT) el presidente del banco central estadounidense, Jerome Powell, ofrecerá una rueda de prensa.
A partir de este año, Powell comparecerá ante los periodistas después de todas las reuniones de la FOMC, en lugar de una vez cada dos como ocurría en el pasado.
Esta reunión se produce después de la reapertura tras el cierre parcial de la Administración federal de EEUU durante más de un mes, el más largo de la historia del país, provocada por el bloqueo político generado por la financiación del muro en la frontera con México que desea el presiente Donald Trump.
El acuerdo de reapertura, no obstante, es temporal y ofrece solo tres semanas hasta el 15 de febrero para evitar un nuevo cierre gubernamental.