Madrid, 30 ene (EFECOM).- España ha avanzado tres posiciones en el ránking mundial de libertad económica, con lo que acumula dos años de mejoras, gracias a la mejora en la eficacia reguladora y a la reducción de la carga pública.
Así se desprende del índice que elabora anualmente The Heritage Foundation y The Wall Street Journal y que este miércoles ha difundido en España la Fundación FAES, que destaca que, aún así, España está por detrás de países como Baréin, Kosovo, Rumanía o Botsuana, y en el puesto número 20 de los 28 países de la Unión Europea.
Este Índice de Libertad Económica analiza el grado de apertura económica o intervencionismo de 180 economías para elaborar un ránking mundial que este año está liderado por Hong Kong, Singapur, Nueva Zelanda, Suiza, Australia, Irlanda, Reino Unido, Canadá, Emiratos Árabes y Taiwán, como las diez más liberadas.
España ocupa este año el puesto 57, frente al 60 de 2018 y al 69 de 2017, año en el que sufrió una fuerte caída de 26 puestos debido a la corrupción y a las trabas a la libertad de negocio y de mercado, algo que contrastó con el avance medio registrado ese año tanto en todo el mundo como en Europa.
En esta ocasión, España obtiene una nota final de 65,7 puntos sobre 100, lo que supone una leve mejora de 0,6 puntos respecto a la edición anterior. Así, se sitúa por encima de la media mundial (60,8), pero por debajo de la de toda la región europea (68,6).
El Índice de Libertad Económica, impulsado inicialmente por el influyente economista liberal Milton Friedman, tiene en cuenta doce medidas agrupadas en cuatro categorías: Estado de Derecho, tamaño del gobierno, eficacia reguladora y apertura de los mercados.
Entre otros aspectos, se valora particularmente la mejora en la salud fiscal española, que compensa una fuerte caída en la efectividad judicial, y se señala que la minoría del Gobierno limita su capacidad para implementar su "controvertido y costoso" programa de reformas.
Se añade que la recuperación económica ha reducido el coste del endeudamiento y que la inflación se ha mantenido modesta, pero el endeudamiento del sector público "sigue siendo un obstáculo para el crecimiento".
En el ámbito judicial, se apunta que los retrasos en los casos a menudo dejan a los tribunales sobrecargados y retardan la administración de justicia, y recuerda que el anterior Gobierno fue derribado por un escándalo de corrupción.
Por lo que se refiere a la regulación, se destaca que se han simplificado los procedimientos para crear empresas y reducido los requisitos de licencias, pero el entorno normativo general sigue siendo "oneroso".