El grupo tecnológico e industrial alemán Siemens tuvo en el primer trimestre de su ejercicio 2018/2019 un beneficio neto atribuido de 1.014 millones de euros, un 53,7 % menos que en el año anterior, cuando tuvo ingresos extraordinarios.
Siemens informó hoy de que el año pasado tuvo ingresos extraordinarios fuera del negocio industrial por la venta de acciones de Osram Licht y el pago de menos impuestos en EEUU por la reforma fiscal.
La facturación subió un 1 %, hasta 20.116 millones de euros en el primer trimestre de su actual ejercicio económico, que comenzó en octubre de 2018 y termina en septiembre.
Sin embargo, la entrada de pedidos aumentó un 12 %, hasta 25.172 millones de euros, lo que implica crecimiento.
"Nuestro continuo elevado crecimiento de los pedidos subraya la confianza de los clientes en el resultado de nuestra compañía. Todavía queda mucho por hacer antes de que logremos los márgenes de rentabilidad líderes en todos nuestros negocios", dijo el consejero delegado de Siemens, Joe Kaeser.
La entrada de pedidos fue fuerte por un volumen de grandes pedidos más elevado.
El mayor crecimiento se produjo en el área de movilidad, que se adjudicó un contrato valorado en 1.600 millones de euros para trenes de metro en el Reino Unido, así como en la gestión de energía, electricidad y gas y procesos industriales.
Sin embargo, se produjo una "significativa" caída de la entrada de pedidos en Siemens Gamesa.
El valor de la cartera de pedidos de Siemens es de 137.000 millones de euros, un nuevo récord.
El beneficio bruto prácticamente se mantuvo en 5.910 millones de euros (+0,9 %) y el operativo del negocio industrial bajó a 2.208 millones de euros (-6,3 %).
Las divisiones de electricidad y gas, que sufre una caída de la demanda, y la de gestión de energía son las que más redujeron su beneficio.
Sólo la fábrica digital y el negocio de procesos industriales subieron el beneficio.
Siemens, que aplica desde comienzos de octubre una nueva estructura en la compañía para hacerla más eficiente, prevé este año un moderado crecimiento de la facturación y un margen de rentabilidad entre el 11 y el 12 % en el negocio industrial.
Considera que se va a mantener un entorno de mercado favorable, especialmente en el negocio de ciclo corto, con riesgos limitados relacionados con la incertidumbre geopolítica.