El BBVA obtuvo un beneficio neto de 2.384 millones de euros en México en 2018, lo que supone un incremento interanual del 9 % y casi un 45 % de los 5.324 millones de euros que ganó en todo el mundo.
La filial mexicana se mantuvo como el gran motor de las cuentas del Grupo, que se benefició una vez más de su diversificación geográfica, aunque cada vez con más ayuda de España, donde ganó 1.444 millones de euros, un 63 % más, tras deshacerse de gran parte del negocio inmobiliario.
En México, la inversión crediticia del banco creció un 13,7 % a tipos corrientes, hasta los 51.387 millones de euros, en tanto que los depósitos de clientes aumentaron un 10,3 % y sumaron 49.740 millones.
En cuanto a los principales márgenes de la cuenta, el de intereses -que recoge casi todos los ingresos- se situó en 5.568 millones y creció un 1,7 %, en tanto que el bruto aumentó un 1 % y llegó a 7.193 millones, debido en parte al retroceso de los resultados por operaciones financieras y de las comisiones.
Los gastos de explotación también bajaron, un 3,4 %, hasta los 2.368 millones, con lo que el margen neto -el que mejor refleja la evolución del negocio- se situó en 4.825 millones tras avanzar un 3,3 %.
En América del Sur, las entidades del Grupo redujeron su beneficio conjunto en un 31,3 % y lo dejaron en 591 millones de euros, lo que se debió, explica la entidad, a la venta de la participación en BBVA Chile y al ajuste por hiperinflación en Argentina, que afectó a todas las líneas de negocio.
En esta ocasión, Colombia encabezó las ganancias absolutas, con 229 millones, un 11,6 % más, seguida por Perú, con 195 millones y un incremento del 8,4 %.
En Chile, el BBVA ganó 137 millones, un 27,1 % menos, y en Argentina registró unas pérdidas de 29 millones, por las razones ya explicadas.
En el resto de los países del área en los que opera el banco -Venezuela, Paraguay, Uruguay y Bolivia- el beneficio conjunto sumó 59 millones de euros y se redujo un 13,6 %.