Valencia, 1 feb (EFECOM).- CaixaBank ha cerrado 2018 con un beneficio de 1.985 millones de euros, un 17,8 % más que el año anterior, gracias al crecimiento de los ingresos del negocio bancario, la mayor aportación del portugués BPI y la reducción de las dotaciones.
La entidad, que recientemente presentó su plan estratégico para el período 2019-2021, vendió en el último año su negocio inmobiliario, alcanzó una participación del 100 % en BPI y acordó desprenderse del 9,36 % que mantenía en Repsol.
En España, el resultado de CaixaBank alcanzó los 1.605 millones, un 6,4 % más, ha informado el grupo a la CNMV.
En concreto, los ingresos vinculados a la actividad bancaria, como el margen de intereses, las comisiones o los seguros, aumentaron un 4,2 %, hasta los 8.217 millones, mientras que el total de los ingresos lo hizo un 6,6 %, hasta los 8.767 millones,
La contribución a resultados del negocio de BPI en Portugal ascendió a 262 millones (104 millones en 2017), pero si se tiene en cuenta la aportación de sus participadas, la contribución total del banco portugués llegó a 380 millones.
El margen de intereses del grupo sumó 4.907 millones, un 3,4 % más respecto a 2017, y los ingresos por comisiones se situaron en 2.583 millones, un 3,4 % más.
Las comisiones de fondos de inversión, carteras y sicavs aumentaron un 12,6 % por el incremento del patrimonio gestionado, mientras que descendieron un 2,2 % las comisiones bancarias y de valores.
El negocio de las participaciones contribuyó al grupo con un resultado de 54 millones, impactado por el resultado negativo de 453 millones derivado del acuerdo de venta de la participación en Repsol.
Los ingresos procedentes del total de la cartera de participadas se situaron en 972 millones, e incluyen los ingresos por dividendos, básicamente de Telefónica, y los resultados de las entidades valoradas por el método de la participación, como Erste Bank, SegurCaixa Adeslas, BFA y Repsol (sin el impacto de la venta de la participación).
Este 2018, el grupo que preside Jordi Gual y cuyo consejero delegado es Gonzalo Gortázar logró vender su negocio inmobiliario a Lone Star, con lo que sus saldos dudosos bajaron hasta los 11.195 millones de euros y la ratio de morosidad se situó en el 4,7 %, frente al 6 % de cierre del ejercicio 2017.
Tras el cierre de esta operación y la actividad comercial del año, la cartera de adjudicados netos disponibles para la venta se situó en 740 millones, en tanto que la cartera de alquiler fue de 2.479 millones.
Excluyendo la operación de Lone Star, CaixaBank logró vender inmuebles en 2018 por 2.060 millones, un 28 % más que en 2017.
En el último ejercicio, CaixaBank registró unos impactos extraordinarios negativos por valor de 844 millones.
Destaca, en este sentido, el impacto del negocio inmobiliario 'non core', que generó un resultado negativo de 530 millones, en un ejercicio que estuvo marcado por operaciones como la recompra del 51 % de Servihabitat (-204 millones) y la venta del 80 % del negocio inmobiliario a Lone Star, que finalmente tuvo un impacto en la cuenta de resultados de -48 millones netos de impuestos.
También tuvo un impacto negativo la desinversión en Repsol (-453 millones) y la reclasificación contable del banco angoleño BFA (-139 millones).
Las pérdidas por deterioro de activos financieros y otras provisiones disminuyeron en 2018 casi un 67 %, hasta los 567 millones.
Este epígrafe recoge las pérdidas por deterioro de activos financieros, que bajaron hasta los 97 millones, un 88 % menos, y agrupa las otras dotaciones a provisiones, que cayeron un 48,4 %, hasta los 470 millones.
La ratio Common Equity Tier 1 (CET1) fully loaded del Grupo CaixaBank se situó a 31 de diciembre de 2018 en el 11,5 % y su rentabilidad (ROTE) mejoró hasta el 9,3 %.
Los activos líquidos totales se situaron en 79.530 millones a 31 de diciembre de 2018, 6.755 millones más que en 2017.
Por su parte, el crédito bruto a la clientela se mantiene estable, situándose en 224.693 millones, y los recursos de clientes crecieron hasta los 358.482 millones, un 2,6 % más.