Valencia, 1 feb (EFECOM).- Afrontar la transformación digital, operar en un entorno de tipos bajos y crecimiento modesto del crédito y "reparar la reputación dañada" son los principales retos que debe afrontar el sector bancario en los próximos años, según el presidente de CaixaBank, Jordi Gual.
En la presentación de los resultados del ejercicio 2018, Gual ha explicado que los bancos han logrado notables logros en los últimos años, tras haber reducido sus activos problemáticos, mejorado la rentabilidad y reforzado la solvencia.
Sin embargo, el sector financiero tiene aún grandes retos que gestionar, entre ellos "reparar la reputación dañada a lo largo de los años de crisis". "Es algo esencial, puesto que el negocio bancario se basa en la confianza de la clientela", ha subrayado.
El presidente de CaixaBank ha hecho este viernes un balance positivo de los últimos cuatro años de actividad del banco, los correspondientes al último plan estratégico, en los que ha reforzado su liderazgo comercial en España y ha alcanzado una rentabilidad que tienen "pocas entidades en Europa".
"Estamos muy orgullosos de lo que hemos logrado, especialmente porque ha sido un entorno difícil, con tipos de interés negativos", ha apuntado Gual, que ha recordado asimismo que la actividad financiera se ha desarrollado en un contexto de desapalancamiento, con mucha competencia en los mercados, con una regulación que ha ido en aumento y con un elevado nivel de litigiosidad.
"Nuestros equipos se han batido el cobre para lograr los objetivos y lo han conseguido. Partimos de una buena base para el nuevo plan estratégico, pero tendremos que seguir pedaleando con fuerza en un entorno que será muy exigente", ha aseverado el presidente de CaixaBank.
Gual ha recordado que la entidad cuenta con casi 16 millones de clientes en España y Portugal y que el 26,3 % de la población española les ha elegido como banco principal. "Somos el banco líder en la Península Ibérica", ha remarcado.
El directivo ha repasado también la situación de la economía mundial, europea y española en un entorno marcado por las incertidumbres y los tipos bajos.
CaixaBank estima que la economía mundial crecerá un 3,4 % en 2019, tras hacerlo un 3,7 % en 2018, y apunta que las incertidumbres estarán focalizadas en el brexit, la política fiscal italiana y las tensiones comerciales entre Estado Unidos y China.
"Todos esperamos que el crecimiento este año sea un poco inferior al del ejercicio pasado, pero en la medida en que los focos de tensión remitan, será un año en que podremos ir de menos a más, al revés del año pasado", ha explicado Gual.
Por su parte, las economías española y portuguesa han mantenido ritmos de crecimiento notables en 2018 (un 2,5 y un 2,1 %, respectivamente), y la previsión para 2019 es que crezcan un 2,1 y un 1,8 %.
"Aunque en 2019 la desaceleración continúa, estos países tendrán registros superiores a la mayoría de economías avanzadas", ha afirmado Gual, que cree que la clave del buen comportamiento de estas dos economías será que la demanda interna "mantendrá un buen tono".
Ha señalado, no obstante, que España y Portugal tienen que afrontar también algunos retos pendientes, como reducir la deuda pública o avanzar en una agenda económica que promueva el crecimiento equilibrado e inclusivo y que mantenga la competitividad.