Sídney (Australia), 4 feb (EFECOM).- El Gobierno de Australia anunció hoy el endurecimiento de una serie de medidas para castigar las malas prácticas de los bancos, tras una serie de recomendaciones presentadas por una comisión investigadora.

La Comisión Real, cuya formación fue impulsada por el Gobierno y la oposición tras una serie de escándalos en los entes financieros, publicó este lunes 76 recomendaciones que buscan revertir la cultura de ventas de servicios que dominan a estas instituciones y dejar de premiar la mala conducta de sus empleados.

"Mi mensaje al sector financiero es que las malas prácticas deben terminar y anteponer el intereses de los clientes (...) Desde hoy el sector debe cambiar, un cambio para siempre", dijo el jefe de la oficina del Tesoro de Australia, Josh Frydenberg.

Frydenberg aseguró que el Gobierno adoptará las acciones necesarias para reforzar el marco legal que conceda a los organismos reguladores "el poder y los recursos para que aquellos que abusan se hagan responsables de sus actos".

"Los consumidores y las pequeñas empresas que sufren daños como resultado de una conducta indebida ahora tendrán acceso a una reparación", dijo el tesorero al anunciar también la creación de un plan para compensar a los clientes afectados y abrir la posibilidad de que las entidades bancarias sean juzgadas en el futuro.

El informe final de la Comisión, encabezada por Kennet Hayne, reveló durante meses las actuaciones deshonestas de entidades financieras que dieron prioridad la ganancia de beneficios sobre el servicio al cliente.

Frydenberg recordó, en una rueda de prensa en Camberra, que estas acciones generaron desconfianza tras las masivas denuncias de "cobros por servicios no brindados (...) cobros a las personas muertas, la venta a sabiendas de pólizas de seguro sin valor", entre otras.

Por su parte, según apuntó Hayne, la Comisión de Valores e Inversiones (ASIC, en inglés) sopesa si proceden con demandas civiles o penales por cobros indebidos.

La Comisión Real, que realizó 68 vistas e interrogó a 134 testigos, fue creada en noviembre de 2017 tras meses de presiones por parte del Partido Laborista y el Verde, ambos en la oposición, para que se investigue al sector financiero.

A ellos se unieron algunas voces de la coalición gobernante del entonces primer ministro, Malcolm Turnbull, quien se oponía en un principio a la iniciativa.