Madrid, 4 feb (EFECOM).- La Comunidad de Madrid ha rechazado de nuevo la última propuesta para regular los vehículos de alquiler con conductor (VTC) presentada por los taxistas madrileños, que tras cumplir tres semanas de huelga este martes tienen previsto decidir en un referéndum si continúan o no con sus paros.
Tras el encuentro que han mantenido este lunes ambas partes, que se reunieron por última vez el viernes 25 de enero -quinto día de huelga-, los taxistas han denunciado haberse sentido "insultados" y "humillados" por el Gobierno autonómico, y han advertido de que, pese a haber "perdido" esta "batalla", la "guerra" del taxi continúa.
Finalizada la reunión, la consejera de Transportes, Vivienda e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Rosalía Gonzalo, se ha comprometido a convocar una reunión extraordinaria del Comité Madrileño de Transportes con la meta de consensuar una regulación para los VTC, que en ningún caso será "exprés", y les ha invitado a colaborar en la futura reforma del Reglamento del Taxi de la región.
Esta misma mañana, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, insistió en que no iban a legislar en contra de los VTC y dejar en la calle a 3.000 personas como ha ocurrido en Barcelona, y reclamó a los taxistas que presentaran propuestas para "competir mejor" y que finalizaran una huelga que les está perjudicando "en lo personal, en lo económico y en lo reputacional".
"Va a ser complicado devolver a los taxistas la imagen que un grupo muy minoritario está destrozando", añadió Garrido, cuando se cumplen ya quince días desde el inicio de la huelga indefinida de los taxistas de Madrid.
Tras recibir la última propuesta del sector del taxi, en la que descartaban fijar un tiempo concreto para la precontratación dejándolo a "criterio" de la Comunidad o, en su defecto, de los ayuntamientos, Rosalía Gonzalo ha asegurado "que no soluciona, sino que genera problemas" a la VTC.
La propuesta del taxi elimina además la exigencia de una distancia mínima en los trayectos de VTC y abre la puerta a que se incrementen las competencias de las corporaciones locales en este ámbito.
Ante la falta de acuerdo tras quince días de protestas, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha reclamado más competencias para buscar una solución que ponga fin a la huelga del taxi en Madrid, y ha recordado que el Consistorio pretende establecer descansos obligatorios a los vehículos de VTC y reducir con ello en un 25 % el número de VTC entre semana y un 50 % los fines de semana.
La portavoz del PSOE-M en el Ayuntamiento de Madrid, Purificación Causapié, ha acusado al PP de "abandonar al taxi" y "desgastar la huelga" para "liquidar al sector" y "buscar una liberalización de todo el sector del transporte urbano".
Por su parte, desde Podemos, el secretario de Política y Comunicación de la formación en Andalucía, Pablo Pérez Ganfornina, ha apoyado las protestas de los taxistas contra la VTC, a cuyas empresas ha acusado de ser "intermediarias y ratas que buscan beneficios a través de la explotación laboral".
Además de en Madrid, donde se sigue buscando una solución al conflicto, en Barcelona se suceden los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) presentados por las empresas de VTC tras la entrada en vigor del decreto de la Generalitat que recoge una precontratación para estos servicios, con un mínimo de 15 minutos de antelación.
Este lunes ha sido Moove Cars la que ha presentado ante el departamento de Trabajo de la Generalitat un ERE para la suspensión de 730 empleos tras anunciar el cese de su actividad en Barcelona, al igual que han hecho Uber y Cabify.
La empresa considera que las medidas adoptadas por la Generalitat "son totalmente discriminatorias y desproporcionadas" y hacen el servicio "inviable".
Los cambios regulatorios también se han extendido a otras comunidades. Es el caso del País Vasco, donde la nueva normativa recoge que los vehículos VTC deban contratarse con al menos una hora de antelación, salvo en "circunstancias especiales" como urgencias, mutuas de accidente y asistencia en carretera, entre otros supuestos.
A diferencia de Madrid o Barcelona, en el País Vasco no operan ni Uber ni Cabify y no se ha producido un conflicto entre taxistas y VTC, que hasta la fecha han convivido con normalidad.