Alcoa ha iniciado el apagado de las 185 cubas de electrolisis que estaban operativas, de las 289 existentes, en la fábrica de Avilés, en una operación que culminará en los próximos días con la garantía que se podrán activar en el caso de que surja un inversor interesado en explotarlas.
El presidente del comité de empresa de Alcoa Avilés, José Manuel Gómez de la Uz, ha explicado a Efe que la operación se está llevando a cabo "con toda la seguridad" de que en el caso de que surja un comprador la planta se pueda reactivar para volver a producir aluminio.
Pese "al bajón" de ver cómo se paran las cubas -"nadie quería llegar a este punto", ha apuntado-, la plantilla está animada y convencida de que hay posibilidades de poder llegar a un buen acuerdo y volver a trabajar, ha indicado el máximo responsable de los trabajadores de la aluminera avilesina.
Gómez de la Uz participa en la mesa de seguimiento de la venta de Alcoa que se celebra hoy en Madrid con la presencia de representantes de los gobiernos Central, de Asturias y Galicia, los sindicatos y la propia empresa.
El presidente del comité de empresa se ha mostrado escéptico con la posibilidad que a día de hoy haya ofertas en firme por parte de posibles compradores, sin que todavía se conozcan los pormenores del protocolo que elabora el Gobierno central para favorecer las condiciones de las compañía electrointensivas.