La compañía estadounidense General Electric (GE) deberá pagar 50 millones de euros a Francia por no haber cumplido el compromiso de crear 1.000 empleos netos suplementarios acordado con el Gobierno francés en 2014 durante la compra de la filial energética del grupo industrial Alstom.
"La evolución de los mercados de energía y la aceleración de la transición energética han limitado enormemente el mercado de turbinas de gas y no han permitido alcanzar los objetivos de creación de 1.000 empleos netos", indicó este martes el Ministerio de Economía y Finanzas en un comunicado.
Tras un encuentro entre el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, la secretaria de Estado de dicho ministerio, Agnès Pannier-Runacher, y la dirección de GE para hacer balance de los compromisos logrados a finales de 2018, Francia impuso esta sanción, prevista en los acuerdos iniciales.
El grupo ha invertido en Francia 1.000 millones de euros y en los tres últimos años ha contratado a 3.000 personas, pero la creación de empleo neto a finales de 2018 fue únicamente de 25 puestos, señaló el Ministerio.
Los 50 millones de euros irán a un fondo de reindustrialización, que será dirigido por una personalidad especializada en la industria, representantes elegidos por GE y el Estado, y otros colectivos, como la ciudad de Belfort (este), donde se encuentra una fábrica del grupo.
La empresa estadounidense ha señalado su voluntad de mantener a largo plazo los compromisos adquiridos con el Estado francés, que sigue siendo el principal accionista de Alstom, y de "crecer en el sector de energías renovables".