Rabat, 6 feb (EFECOM).- El director general la Administración de Aduanas e Impuestos Indirectos de Marruecos, Nabil Lajdar, dijo hoy en Rabat que apoya una solución "radical" de acabar "de forma definitiva" con el contrabando procedente de los pasos fronterizos con las dos ciudades españolas Ceuta y Melilla.
Lajdar, que se expresó ante la Comisión de Exteriores de la Cámara de Representantes (cámara baja del Parlamento marroquí) en una reunión abierta a la prensa, dijo que esa prohibición de la entrada de productos de contrabando a Marruecos podría hacerse de manera paulatina durante cinco o diez años.
El responsable marroquí indicó que existe otra opción que es la de "convivir y gestionar" la situación actual mediante la mejora de las condiciones de acceso de los porteadores (las llamadas "mulas") a las dos ciudades españolas.
Señaló en este sentido que la situación del paso fronterizo de Ceuta "era peor en 2016 que ahora" y añadió que el gobierno marroquí ha destinado 25 millones de dirhams (2,2 millones de euros) para el acondicionamiento de los puestos fronterizos.
"Sin embargo, siempre habrá problemas", aseveró Lajdar, y por ello dijo ser partidario de "acabar de forma definitiva con la actividad (de contrabando) en el paso fronterizo", aunque esa decisión dependerá finalmente del gobierno.
El responsable aduanero subrayó que la persistencia del contrabando en ambas ciudades tiene una especie de "efecto llamada" para otras personas que proceden de provincias del interior del país.
Lajdar cifró el valor de los productos que entran por el paso fronterizo de Ceuta entre 6.000 y 8.000 millones de dirhams anuales (entre 550 y 730 millones de euros), que equivalen en términos de aranceles a una pérdida para Marruecos de 2.000 y 3.000 millones de dirhams (entre 180 y 270 millones de euros)
"Son montos que la tesorería del Estado pierde, y si añadimos el caso de Melilla, se duplica la cifra", indicó.
Con respecto a Melilla y al cierre de la aduana marroquí en ese puesto fronterizo el pasado agosto, que causó un gran malestar en España, Lajdar dio a entender que era irreversible y así lo explicó a su colega española Pilar Jurado en una anterior reunión entre ambos: "Si esa aduana (sirviera) para la entrada de productos de Melilla, no habría ningún problema, pero (no) si vienen de otros países".
Lajdar intervenía en el marco de la comisión parlamentaria que presentó las conclusiones de un informe inédito de una misión enviada al paso fronterizo de Ceuta por esa comisión de Exteriores.