Helsinki, 6 feb (EFECOM).- La compañía petrolera finlandesa Neste obtuvo un beneficio neto de 779 millones de euros en 2018, lo que supone una caída del 14,7 % respecto al ejercicio anterior, provocada principalmente por las partidas extraordinarias, informó hoy la empresa.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) de Neste creció entre enero y septiembre un 6,3 % en términos interanuales, hasta 1.639 millones de euros, mientras que su ganancia operativa alcanzó los 1.025 millones de euros, un 12,4 % menos.
No obstante, la empresa resaltó que su beneficio operativo comparable (sin contabilizar ganancias o pérdidas de inventario, depreciaciones y otras partidas extraordinarias) aumentó un 29 %, hasta 1.422 millones de euros, lo que supone un récord histórico para el grupo.
Neste facturó 14.918 millones de euros, un 12,8 % más que en 2017, gracias principalmente al aumento del precio de los carburantes, factor que tuvo un impacto positivo sobre los ingresos de 2.100 millones de euros.
Según la compañía, este aumento contrarrestó con creces la caída del volumen de ventas de combustibles y la depreciación del dólar respecto al euro, cuyo efecto conjunto redujo la facturación en 400 millones de euros.
Su negocio de refinado de carburantes fósiles, el más importante en cuanto a ingresos, facturó 10.105 millones de euros, un 19 % más que en 2017.
Sin embargo, su ebitda se redujo un 40 %, hasta 515 millones de euros, debido a la depreciación del dólar y al aumento de los costes, según la empresa.
El volumen de ventas de gasolina y diésel creció un 1,7 % interanual, hasta 14,4 millones de toneladas, y su margen total de ganancia en el refinado aumentó un 0,9 %, hasta los 11,18 dólares por barril.
La división de combustibles renovables registró prácticamente las mismas ventas que en 2017 y facturó 3.241 millones de euros, aunque mejoró sensiblemente su rentabilidad debido al aumento de los márgenes de refinado.
Este negocio obtuvo un ebitda de 1.026 millones de euros, un 75 % más, pese la caída de los volúmenes de ventas.
Neste colocó en el mercado 2,26 millones de toneladas de biocombustibles, principalmente biodiésel producido en sus plantas de Porvoo (Finlandia), Rotterdam (Holanda) y Singapur, lo que supone un descenso interanual del 12 %.
El 72 % de los combustibles renovables comercializados por Neste fue a parar al mercado europeo, mientras que el resto se distribuyó en Norteamérica.