El Banco de México mantuvo este jueves el tipo de interés interbancario a un día en el 8,25 %, al considerar que la evolución de la inflación y de sus principales causas no presentan cambios significativos respecto a las trayectorias previstas.
En el informe de su decisión de política monetaria, el banco central indicó que los indicadores disponibles sugieren que en el cuarto trimestre de 2018 se registró un menor dinamismo en la mayoría de las economías avanzadas y algunas emergentes, "destacando los casos de la zona del euro, China y, en menor medida, Estados Unidos".
La entidad explicó que este entorno de menor dinamismo condujo a revisiones a la baja en las perspectivas de crecimiento global en 2019 y 2020 y, aunado a menores precios del petróleo, contribuyó a una moderación de las presiones inflacionarias en las principales economías.
En cuanto a México, señaló que en el cuarto trimestre de 2018 la actividad económica del país mostró una desaceleración importante sobre el tercero que podría continuar a inicios de 2019.
Ello en respuesta a la desaceleración de la economía global, a cierta debilidad de la demanda interna y a factores de carácter transitorio que podrían afectar al crecimiento del primer trimestre, incluyendo los asociados a la distribución de combustibles e interrupciones en vías de comunicación.
Indicó que de noviembre a enero, la inflación disminuyó del 4,72 al 4,37 % debido principalmente a la reducción de la inflación no subyacente (8,07 % a 6,81 %), ya que la subyacente continuó presentando resistencia a la baja al pasar de 3,63 % en noviembre a 3,60 % en enero.
De acuerdo con el Banco de México, las expectativas de inflación general para 2019 y 2020 mostraron un claro deterioro en diciembre y cierta mejoría en enero. Las correspondientes al cierre de 2019 pasaron del 3,71 % en octubre al 3,89 % en diciembre, y luego disminuyeron al 3,80 % en enero.
Por su parte, las expectativas de inflación general para el mediano y largo plazos siguen ubicándose por encima de la meta permanente del 3 %, en niveles alrededor del 3,5 %.
En cuanto a los riesgos para la inflación, destacó la posibilidad de que la cotización de la moneda nacional se vea presionada por factores externos o internos.
La inflación también se podría ver afectada en caso de que se observen nuevas presiones sobre los precios de los energéticos o los productos agropecuarios, si se presenta un escalamiento de medidas proteccionistas y compensatorias a nivel global, o en caso de que se deterioren las finanzas públicas, añadió.
La institución enfatizó que, "considerando que la evolución reciente de la inflación y de sus principales determinantes no presentan cambios significativos respecto a las trayectorias previstas", su Junta de Gobierno decidió por unanimidad mantener el objetivo para la tasa de interés interbancaria a un día en el 8,25 %.
La decisión del Banco de México sigue a la adoptada el 30 de enero por la Reserva Federal de Estados Unidos de mantener los tipos de interés sin cambios en el rango de entre el 2,25 y el 2,5 %.