Un juez de instrucción de París ha abierto hoy una investigación formal al Danske Bank, principal banco danés, en relación con el escándalo millonario de posible lavado de dinero en su filial estonia.
La investigación comprende transacciones realizadas con clientes extranjeros entre 2007 y 2014 por un valor cercano a los 21,6 millones de euros, y obligar a pagar una fianza de 10,8 millones, informó el banco danés en un comunicado.
La acusación alude a que el Danske Bank ayudó, tanto en Francia como en el extranjero, a abrir cuentas "ficticias" para pagos designadas para recibir dinero "de evasión fiscal organizada".
La investigación francesa forma parte de un caso de mayor dimensión, en el que el Danske Bank pudo haber sido usado para lavar miles de millones de euros, según un informe encargado por el propio banco a una firma externa.
El informe concluía que la dirección del banco no había cumplido con su responsabilidad, aunque sí con sus obligaciones legales, pero tanto el presidente del Consejo de Administración, Ole Andersen, como el director ejecutivo han abandonado la entidad los últimos meses.