El grupo DIA ha cerrado este lunes en la bolsa con una caída del 4 %, hasta los 70 céntimos, mientras un grupo de accionistas minoritarios ha censurado el plan de despidos anunciado por la compañía y ha instado a los sindicatos a defender los puestos de trabajo.
Pese a la depreciación registrada hoy, el valor de la acción sigue todavía ligeramente por encima de los 67 céntimos que ofrece en su opa el principal accionista de la empresa, el magnate ruso Mijaíl Fridman, que a través de la sociedad LetterOne posee el 29 % del capital.
Fridman es uno de los objetivos de las críticas de la Asociación de Accionistas Defensores de DIA, que en un comunicado ha considerado que el Consejo de Administración de la compañía "ayuda" a que el multimillonario se haga con la empresa "a un precio muy bajo".
Los responsables de la entidad -creada en enero y que agrupa a entre el 1 y el 2 % del capital, según sus datos- han cargado contra el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) anunciado por DIA en España, que afectará a un máximo de 2.100 personas, el 8 % de la plantilla en el país.
"Esto genera desánimo e incertidumbre entre los empleados, uno de los principales activos de la compañía", ha advertido el grupo de minoritarios, que ha instado a los líderes de los sindicatos UGT y CCOO a "unirse a los accionistas, proveedores y trabajadores en la defensa de los intereses de la empresa y los puestos de trabajo que genera".
En su opinión, los empleados "no deben ser los perjudicados de la mala gestión del consejo directivo durante los últimos ejercicios, máxime cuando el anuncio del ajuste de la plantilla y del plan de reestructuración coinciden con la noticia de que algunos directivos cobraron cuantiosos bonus en base a resultados falseados".