Trípoli, 12 feb (EFECOM).- Las fuerzas lideradas por el mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte de Libia, han asumido el control total del yacimiento de Al Sharara, el más importante del oeste del país y que explota la española Repsol, confirmaron hoy a Efe fuentes de Seguridad.
Según las mismas, las milicias afines al mariscal, que tutela el gobierno en Tobruk, han tomado los principales pozos, las oficinas y las salas técnicas de este campo, esencial para la supervivencia del Ejecutivo que sostiene la ONU en Trípoli.
Una entrada que, según estas fuentes, fue posible gracias a un acuerdo con tribus Tebu en la región que al parecer habrían cambiado de bando.
La noticia ya fue adelantada anoche por el portavoz del Ejército Nacional Libio (LNA), Ahmad Mismari, quien aseguró a través de las redes sociales que sus fuerzas habían logrado "entrar pacíficamente en Al Sharara".
"Sin toparse con resistencia, el LNA ha tomado el control del yacimiento de Al Sharara y de todas sus instalaciones, y ahora se dispone a garantizar la seguridad en coordinación con los responsables administrativos", afirmó.
La noticia no ha sido confirmada ni desmentida por el gobierno sostenido por la ONU en Trípoli, que este fin de semana tildó de "acción terrorista" la ofensiva de Hafter en el sur del país y le denunció ante el Consejo de Seguridad.
Tampoco por Repsol, cuyo director en Libia, Luis Polo Navas, se reunió la semana pasada con el director de la Compañía Nacional libia de Petróleo (NOC), Mustafa Sanallah, para examinar el futuro del yacimiento.
Durante esa reunión, Sanallah y Polo coincidieron en apuntar que la producción del campo, interrumpida desde el pasado diciembre, no se reanudaría hasta que se restablezcan las condiciones de seguridad en el mismo.
Explotado también por otras compañías foráneas como la francesa Total, el citado campo genera en torno a 300.000 barriles de crudo diarios y es esencial tanto para el suministro eléctrico de la capital como para la financiación del Ejecutivo pro ONU.
De confirmarse la noticia, Hafter habría conseguido dominar toda la industria petrolera en Libia, que antes de la caída en 2011 de la dictadura de Muamar Al Gadafi generaba más de 1,6 millones de barriles de petróleo al día.