Madrid, 13 feb (EFECOM).- El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha dicho hoy que el Plan Integrado de Energía y Clima (PIEC) que emita el Gobierno tiene que tener capacidad de adaptación a las circunstancias que se produzcan en el futuro y ha afirmado que "los planes no pueden estar escritos en piedra".
Bogas, que ha intervenido en el XVI Encuentro de Energía organizado por IESE, ha señalado que es una "cosa buena" tener un plan, pero "los planes no pueden estar escritos en piedra", sino que tienen que tener capacidad para poder adaptarse.
A juicio de Bogas, España parte de una situación "envidiable" para acometer la transición energética, gracias a la sobrecapacidad instalada, entre 8.000 y 9.000 megavatios (MW), lo que permite no tener que incorporar nueva potencia térmica emisora de aquí a 2030.
No obstante, ha dicho que a partir de 2030 el sistema puede encontrarse con una falta de capacidad, por lo que considera que es muy importante no cometer errores con los cierres y no sustituir energía térmica emisora de CO2 por energía térmica emisora en el futuro.
Según Bogas, en 2030 puede haber un déficit de capacidad de entre 9.000 y 13.000 MW en el sistema eléctrico, aunque se podría suplir con la construcción de capacidad firme, empezando por la gestión de la demanda, que podría proporcionar entre 2.000 y 3.000 MW; baterías, que podrían dar otros 3.000 MW, y bombeos de capacidad, que podrían poner otros 5.000 MW.
Ha señalado que, a pesar de ello, continuaría faltando algún gigavatio más y que serían necesarios pagos por capacidad.
Bogas ha añadido que en la transición energética y la integración de renovables la escasa utilización de las centrales térmicas se va a agravar y las pocas horas de funcionamiento no las hará rentables, por lo que la tendencia de las empresas será cerrarlas.
Ha indicado que "alargar la vida del carbón mucho más allá, va contra los tiempos", por lo que lo lógico es que sea sólo una reserva para cubrir potencia cuando sea necesario.
En cuanto a la retribución de la actividad de distribución, Bogas ha dicho que con la que se les ha asignado irían justos, pero tirarían para adelante, pero si el coste aumenta no serán las eléctricas las que tengan un problema, sino el gobierno de turno porque las empresas no harán inversiones.
La consejera delegada de Iberdrola España, Ángeles Santamaría, ha recordado durante su intervención en este encuentro que España tiene en la actualidad un déficit energético de 30.000 millones de euros y la transición energética puede suponer una oportunidad para superarlo.
Ha apuntado que en España un 76 % de la emisiones vienen del sector energético y ha señalado que el camino para reducirlas es la electrificación, que aunque no es la única tecnología disponible, es la única posible que "se puede aplicar desde ya".
No obstante, ha dicho que para cumplir los objetivos hay que revertir la "mala historia de seguridad jurídica" que tiene España y se ha referido también a la tramitación administrativa, que es necesaria para que los proyectos de instalación de renovables y redes se hagan realidad.
Ha indicado que en España hay una división competencial que hace que muchas administraciones públicas intervengan en la concesión de los permisos y esta es una barrera que cree que habrá que repensar, pues puede hacer que los proyectos tarden en llegar cinco o siete años, con lo que no se llegaría a tiempo para cumplir los objetivos.
Por otro lado, se ha referido a las tecnologías de respaldo y ha dicho que en un escenario de un 70 % de renovables va a ser fundamental el papel de los ciclos combinados de gas, junto con el almacenamiento, que está menos desarrollado.