La compañía alemana de materiales de construcción HeidelbergCement redujo en 2018 el beneficio operativo hasta 1.984 millones de euros, un 9,4 % menos que en 2017.
HeidelbergCement publicó este martes algunas cifras preliminares de su balance, pero en octubre del año pasado ya había revisado a la baja sus pronósticos de beneficio operativo para 2018 debido a las malas condiciones meteorológicas en EEUU y unos costes por la energía más elevados.
La cementera incrementó el año pasado la facturación un 4,7 %, hasta 18.075 millones de euros, por el aumento de la demanda de materiales de construcción en algunos países y de los precios.
Sin embargo, no pudieron compensar en el resultado operativo el coste de la inflación, mayor de lo esperado, ni los efectos negativos de los tipos de cambio.
"En 2018, logramos un récord de ventas e ingresos", dijo el presidente de HeidelbergCement, Bernd Scheifele.
En términos operaciones, Scheifele añadió que casi pudieron compensar el impacto de las malas condiciones meteorológicas, especialmente en EEUU, y el coste más elevado de la inflación con el crecimiento en las ventas y los aumentos de precios.
HeidelbergCement, que publicará su balance completo de 2018 el 21 de marzo, redujo la deuda neta hasta por debajo de 8.400 millones de euros.
Las ventas de cemento y ladrillo subieron moderadamente un 3 % en comparación con 2017 y las de hormigón se incrementaron un 4 %.
Los tipos de cambio tuvieron un efecto negativo en los ingresos de 592 millones de euros y las desinversiones fueron de 600 millones de euros, más elevadas de lo previsto.
En Norte América, la demanda de materiales de construcción subió más por el crecimiento económico y la caída del desempleo, pero la actividad de la construcción estuvo lastrada por el largo invierno en el norte y las fuertes lluvias, en el norte y suroeste de EEUU.
La actividad de la construcción se desarrolló positivamente en 2018 en la zona del euro, pero el Reino Unido sufrió por la incertidumbre relacionada con el "brexit".
En Alemania, las inversiones en construcción subieron gracias a la fuerte demanda de construcción residencial.
Francia registró récords de crecimiento en todos los sectores de la construcción y en Italia la actividad de la construcción estuvo perjudicada por el debilitamiento de la economía.
Se mantuvo el fuerte nivel de construcción en los países del norte de Europa como Noruega y Suecia, así como en países del Europa del Este como Polonia y Hungría.
El crecimiento en el área de Asia y el Pacífico se estabilizó, pero aumentó mucho la competencia en Indonesia y en Tailandia se demoraron algunos proyectos de infraestructuras y la construcción privada fue débil.