El adelanto electoral ha sido la causa por la que PP y Unidos Podemos no han apoyado cerrar las recomendaciones del Pacto de Toledo para los próximos cinco años, una ruptura que ha sido tachada de partidista por el resto de grupos y que da al traste con un trabajo de casi dos años y medio.
De esta forma, la Comisión de seguimiento del Pacto de Toledo echará el cierre esta Legislatura sin un consenso en torno a las recomendaciones que deberían guiar una reforma del sistema de pensiones, a pesar de que estaban preacordadas desde final de año a falta de algunos flecos.
La reunión de hoy era informal y algunos de los portavoces se temían que el adelanto electoral llevara al PP, e incluso a Ciudadanos, a desmarcarse del acuerdo.
Pero mientras que el portavoz de Ciudadanos, Sergio del Campo, ha asegurado al llegar a la reunión que su formación no impediría el acuerdo, el del PP, Gerardo Camps, ha apelado al "respeto democrático" para justificar su negativa a cerrar un pacto que cree que le corresponde a los futuros componentes de la Comisión en la próxima Legislatura.
Sin embargo, la sorpresa la ha dado Unidos Podemos, que aunque ya había expresado que formularía votos particulares a tres de las recomendaciones, este martes ha advertido de que presentaría más votos particulares si el texto se sometía a la aprobación del Pleno del Congreso la próxima semana tal y como estaba, lo que el resto de grupos ha considerado una enmienda a la totalidad.
La portavoz de Unidos Podemos, Aina Vidal, ha asegurado que la próxima disolución de las Cortes impedía que hubiera tiempo suficiente para discutir los temas pendientes y ha hecho un llamamiento al Gobierno para que apruebe por decreto ley uno de los puntos en los que existe amplio consenso político y social, que es el volver a revalorizar las pensiones conforme al IPC.
"Falta de respeto", "irresponsabilidad", "electoralismo", "error político", son las críticas que los portavoces han dedicado a Unidos Podemos, incluso desde formaciones afines como Compromís, cuyo portavoz Ignasi Candela ha asegurado estar "muy enfadado" con un partido "que se dice del cambio" y que "rompe el Pacto de Toledo sin ningún tipo de argumentación, porque le da la gana".
"Por desgracia creo que Podemos le ha facilitado el trabajo al PP", ha dicho el portavoz del PNV, Íñigo Barandiaran, quien ha afirmado que será casi imposible que en la próxima Legislatura se pueda retomar "el grado de acuerdo tan amplio" que se había logrado en el Pacto de Toledo.
La sensación de oportunidad perdida tras mucho esfuerzo y diálogo la ha trasladado con claridad la presidenta de la Comisión, la popular Celia Villalobos, que a la salida de la reunión se ha limitado a decir: "Estoy triste y jodida".
Tristeza también ha dicho sentir la portavoz del PSOE, Mercé Perea, que ha explicado que había un consenso generalizado "más allá de que algún grupo u otro tuviera alguna objeción" y que ha recordado que las negociaciones estuvieron durante mucho tiempo atascadas hasta que no se pusieron todos de acuerdo en que se tenía que garantizar el poder adquisitivo a los pensionistas con subidas ligadas al IPC.
El portavoz del PDeCAT, Carles Campuzano, ha hecho hincapié en que en materia de pensiones "no hay espacio para la disidencia partidista, debe haber esfuerzo en la construcción de los consensos".
Compromís, PSOE, PNV y PdeCAT han registrado a última hora de la tarde en el Congreso una solicitud para que se celebre una sesión extraordinaria de la Comisión del Pacto de Toledo para debatir y votar el borrador de recomendaciones y que todos los partidos "se retraten públicamente".
Mañana miércoles la Mesa de la Comisión -en la que tienen mayoría PP y Cs- tendrá que decidir si convoca esta sesión, aunque ambos grupos y también Unidos Podemos se han mostrado contrarios a su celebración.
Del Campo (Cs) ha dicho que no ve sentido a propiciar un debate que solo servirá "para sacar los cuchillos y que cada uno venda su programa electoral".