Sao Paulo, 20 feb (EFECOM).- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, presentó este miércoles al Congreso un duro proyecto para reformar el deficitario sistema de jubilaciones y pensiones del país y que entraña cambios sustanciales frente al modelo actual.
Estos son los diez puntos claves de la reforma propuesta por Bolsonaro, en el poder desde el pasado 1 de enero.
1.- Establecimiento de una edad mínima
El texto prevé una edad mínima de 62 años para las mujeres y de 65 para los hombres, con un tiempo mínimo de contribución de 20 años.
El requisito de una edad mínima no existía en el actual sistema, que permite a las mujeres jubilarse con 30 años de cotización y a los hombres con 35, de forma que hay casos en lo que es posible acceder a esa prestación con unos 50 años.
2.- Transición de doce años con tres opciones diferentes
La propuesta recoge un periodo de transición de 12 años, el cual, a medida que vaya avanzando ese plazo, las exigencias para obtener la jubilación serán más rígidas.
Durante esos 12 años, el trabajador tendrá tres opciones para jubilarse dependiendo de si prefiere optar por la edad mínima o el tiempo de contribución, o hacer una media entre ambos factores.
3.- Profesores, trabajadores rurales, policías civiles y federales con régimen diferenciado
Para los profesores y trabajadores rurales la edad mínima será de 60 años, con una contribución mínima de 20 y 30 años, respectivamente.
En cuanto a los policías civiles y federales se establece en los 55 años, con un tiempo mínimo de contribución de 30 años y de 25 años para ellas.
4.- Cuarenta años de contribución para recibir beneficio integral
Con los 20 años de contribución mínima, el trabajador tendría derecho al 60 % del valor de la pensión integral. A partir de ahí, se incrementará un 2 % por cada año más trabajado.
De esta forma, para obtener el 100 % serán necesarios 40 años de contribución.
5.- Los que más ganan contribuirán más
Las retenciones en los salarios se pretenden unificar tanto para los trabajadores del sector privado, como para los del sector público. Serán además progresivas, es decir, los que tengan un salario mayor, contribuirán más al sistema y los que perciban un sueldo menor, se les retendrá menos.
Los porcentajes variarán desde el 7,5 % para quien gana hasta un salario mínimo de 998 reales por mes (hoy unos 270 dólares) hasta el 16,79 % para quien percibe más de 39.000 reales (10.500 dólares).
6.- Las Fuerzas Armadas quedan por fuera de esta reforma
Los militares no se encuentran en el régimen general de cotización y disfrutan de uno diferenciado, que no se verá alterado al menos por esta reforma.
7.- Restricción a la acumulación de beneficios
El texto también prevé un cambio en cuanto a la posibilidad de sumar varias pensiones. Con la nueva reforma, el trabajador tendrá derecho a la de mayor valor y a una parte de la otra, cuya parcela será mayor o menor dependiendo del valor de esta.
8.- Objetivo: paliar el déficit fiscal, pero no lo soluciona
El Gobierno pretende ahorrar cerca de 265.000 millones de dólares en diez años, lo que se espera que ayude a rebajar el déficit fiscal, que el año pasado fue el equivalente al 7,09 % del producto interno bruto (PIB) y se proyecta que este año llegará a un porcentaje similar.
9.- Largo trámite para su aprobación
Bolsonaro necesitará un apoyo expresivo del Congreso para aprobar la reforma, pues al ser una enmienda a la Constitución, requiere los votos de 3/5 tanto de los diputados como de los senadores y en dos turnos.
Antes de llegar al plenario de la Cámara de los Diputados, el texto será analizado en al menos tres comisiones. El Gobierno espera que sea aprobada sobre mediados de año.
10.- Deja previsto un régimen de capitalización individual a futuro
La nueva reforma deja allanado el camino hacia un sistema capitalización individual, en el que la jubilación de cada trabajador dependa de su capacidad de ahorro a lo largo de su vida laboral.