Iberdrola logró un beneficio neto de 3.014,1 millones de euros en 2018, el 7,5 % más que en el ejercicio anterior, ha informado hoy la eléctrica, cuyas cuentas reflejan el buen comportamiento del negocio y el impacto de la venta de parte de sus activos en Reino Unido.
"El resultado del grupo estuvo impulsado por las inversiones de cerca de 20.000 millones realizadas en los últimos cuatro años, la expansión internacional, la normalización de las condiciones operativas en España y la buena marcha de todos los negocios", según Iberdrola, que destaca que la mejora se logró pese al efecto divisa y el menor impacto de extraordinarios.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) mejoró el 27,7 % y se situó en 9.349 millones, apoyado en el crecimiento de doble dígito de todas las áreas de actividad y la consolidación de Neoenergía (570 millones), y a pesar del impacto negativo del tipo de cambio (que restó 252 millones). Los ingresos repuntaron el 12,2 %, hasta 35.075,9 millones.
Por su parte, el resultado neto de explotación (ebit) se duplicó, hasta los 5.439,2 millones, después de que en 2017 cayera el 42 % por saneamientos no recurrentes.
El negocio de Redes generó un ebitda de 4.915 millones, el 16,2 % más; el de Renovables, de 2.444,7 millones, el 39,3 % más, impulsado por una mayor producción y la mayor capacidad instalada; y el de Generación, de 2.038,4 millones, el 39,3 % más, por la normalización de las condiciones en el mercado minorista de Reino Unido, la mayor capacidad disponible en México y la mayor demanda en España.
Asimismo, la compañía llevó a cabo desinversiones por valor de 1.112,9 millones de euros, frente a los 309,2 millones contabilizados en 2017.
Entre las operaciones corporativas llevadas a cabo el año pasado por Iberdrola, destaca la venta en diciembre de Scottish Power Generation, su filial en Reino Unido de generación tradicional, a Drax por 702 millones de libras (unos 778 millones de euros).
“Estos resultados ponen de manifiesto el éxito de un modelo sostenible y nos animan a seguir trabajando por la transición hacia una economía baja en carbono. La lucha contra el cambio climático es una oportunidad”, ha afirmado en un comunicado el presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán.
De cara al presente ejercicio, la eléctrica avanza que el mayor peso de los activos regulados de redes, la nueva capacidad instalada y las mejoras en la eficiencia permiten esperar que el aumento del beneficio y ebitda se situará "en la parte media de la primera decena".
En 2018, la energética invirtió 5.320,4 millones, el 9,7 % menos que en 2017, y destinó dichos fondos principalmente a los negocios de Redes y Renovables (el 78 % del total).