El Banco Comercial Portugués (BCP), una de las mayores entidades financieras del país, obtuvo un beneficio de 301,1 millones de euros en 2018, un 61,5 % más que el ejercicio anterior y el más elevado desde 2010.
En un comunicado remitido a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) lusa, el banco precisó que estos resultados se beneficiaron sobre todo de la mejora de la actividad en Portugal, que contribuyó con 115,5 millones, el triple del año anterior, debido a las menores provisiones.
A su vez, procedente de su actividad internacional, la entidad obtuvo 186,9 millones, un 27,8 % más que en 2017.
El margen financiero del banco -diferencia entre los intereses cobrados en préstamos y los pagados en depósitos- creció un 2,3 %, hasta los 1.423,6 millones, a lo que contribuyó el aumento del 2,6 % registrado por las comisiones.
Por su parte, el producto bancario -equivalente a los ingresos de la entidad- se redujo un 0,5 %, hasta los 2.186,5 millones, y los costes operacionales se elevaron en un 7,7 %, hasta 1.027,2 millones.
En cuanto a los ratios de solvencia de la entidad, el "Core Tier 1 fully implemented" se situó en el 12 %, por encima del 11,9 % de hace un año.
El ratio de crédito moroso del grupo se situó en el 6,1 % del total, frente al 8,9 % del ejercicio anterior.
El banco liderado por Miguel Maya anunció además que va a distribuir 30 millones de euros a sus accionistas, lo que supone la vuelta a los dividendos después de casi una década.
El principal accionista del BCP es el grupo chino Fosun, que controla el 27 % del capital, seguido de la petrolera angoleña Sonangol (19,5 %), el fondo de inversión estadounidense Blackrock (3,4 %), la eléctrica lusa EDP (2,1 %) y otros accionistas menores.