Durante los últimos meses, el sector alimentario español vive un aluvión de opas entre las empresas del sector alimentario que cotizan en bolsa, con Dia, Telepizza, Natra, Bodegas Bilbaínas y Barón de Ley como protagonistas de esta oleada.
De hecho, actualmente cotizan en el parqué catorce compañías de este sector -todas en el mercado continuo después de que Dia fuera excluida del Ibex 35-, y cinco de ellas son objeto de opa.
Cuatro de las cinco ya han sido admitidas a trámite por el regulador bursátil y todas ellas prevén excluir el valor del parqué en caso de tener éxito.
1- DIA, LA MÁS CONTROVERTIDA
La opa lanzada por el multimillonario ruso Mijaíl Fridman sobre Dia es, sin duda, la que más está dando que hablar. El magnate, principal accionista de la firma con un 29% de las acciones, y el actual consejo de administración proponen caminos distintos para un grupo que se encuentra en crisis.
A los cambios continuos en la cúpula directiva y la denuncia ante la Fiscalía contra antiguos altos directivos por irregularidades contables, se suman los problemas financieros: la firma cerró 2018 con pérdidas de 352 millones de euros y ahora mismo se encuentra en quiebra técnica.
Del lado operativo, es la cadena que más cuota de mercado perdió el pasado año en España, su facturación cayó más de un 11% y ya prepara un ERE para un máximo de 2.100 trabajadores.
Fridman pidió el jueves 21 de febrero formalmente la autorización de la CNMV a su opa, que fija un precio de 67 céntimos por acción.
2- EL FONDO KKR SE LANZA A POR TELEPIZZA
La CNMV ya admitió a trámite el pasado 8 de febrero la opa lanzada por el fondo KKR por Telepizza, en la que ofrece 6 euros por título.
KKR era el principal accionista de la firma con una participación del 28,5% del capital, y ha confirmado que una vez completada la opa procederá a sacar la firma de la bolsa, operación que está supeditada a lograr reunir el 90% de las acciones que pretende comprar, a que Telepizza cese su actividad en Irán y al visto bueno de Competencia.
Telepizza ha ganado atractivo, según los analistas, por la alianza suscrita con Pizza Hut, gracias a la cual prevé pasar a gestionar 2.550 locales y duplicar sus ventas en cadena hasta los 1.100 millones de euros anuales.
3- LA CHOCOLATERA NATRA PASARÁ A MANOS ITALIANAS
También ha dado su visto bueno recientemente el regulador bursátil a la opa presentada por la italiana Investindustrial sobre Natra.
La oferta, de 90 céntimos por acción, está condicionada a que sea aceptada por el 57,58% del capital, un porcentaje que ya se ha asegurado gracias a un acuerdo con diferentes accionistas. Además, el grupo italiano pretende excluir de cotización la firma una vez complete la operación.
Con sede en Valencia, Natra está centrada en la elaboración de productos de chocolate y derivados del cacao, cuenta con 6 fábricas, vende a 92 países y se enfoca tanto en marca blanca como en abastecer a otras compañías de alimentación. En los nueve primeros meses de 2018, su facturación ascendió a 270 millones de euros.
4- BODEGAS BILBAINAS, LA OPA MÁS SENCILLA
La opa sobre Bodegas Bilbaínas es la más fácil de ejecutar, ya que el grupo Carlyle se hizo con el 93,9% de las acciones a finales de octubre, por lo que sólo necesita adquirir el 6,1 % restante.
La firma propone 16,5 euros por título en una oferta que ya ha sido admitida a trámite por la CNMV y que recoge su exclusión de la bolsa.
La operación forma parte de la compra del grupo Codorníu por parte de Carlyle, anunciada a mediados del pasado ejercicio. Bodegas Bilbaínas es dueña de marcas como Viña Pomal, Viña Zaco, o La Vicalanda y facturó en su último año fiscal 16,83 millones de euros.
5- LA GRAN FORTUNA RIOJANA QUE CONTROLA BARÓN DE LEY
El supervisor bursátil también ha autorizado la opa presentada por el mayor accionista de Barón de Ley para hacerse con el 100 % de la firma y sacarla de la bolsa. El protagonista de la oferta es la sociedad Mazuelo Holding, controlada por Eduardo Santos-Ruiz, una de las mayores fortunas de La Rioja.
Durante los últimos meses, Mazuelo ha ido adquiriendo en el mercado prácticamente a diario pequeñas participaciones de la empresa, pasando de controlar el 50 % a tener ya en sus manos el 73 % de sus derechos de voto.