Carlos Alberto Fernández

La Coruña, 24 feb (EFECOM).- Para Alcoa son números, los de cada empleado, pero este domingo han descubierto sus rostros para hacer ver que detrás de ellos hay más que dígitos, que son personas, tienen familia, temen por sus puestos de trabajo y reivindican el futuro de la fábrica que la multinacional del aluminio tiene en A Coruña.

Medio centenar de trabajadores participaron en una acción titulada 'Los rostros de Alcoa' como una forma de expresar sus reivindicaciones y humanizar la situación que están atravesando.

Con el alcalde de la ciudad gallega, Xulio Ferreiro, en primera fila, y la candidata del Partido Popular a la alcaldía, Beatriz Mato, entre el público, uno a uno fueron saliendo los empleados de Alcoa al escenario de la Tribuna Pública de la Plaza de Fábrica de Tabacos para poner nombre al drama que viven desde hace meses.

Desde Alejandro, número 12.333, hasta Fani, 12.670, algunos ya jubilados, unos con 40 años en la fábrica, otros con solo uno, y todos con familias detrás, unidos contra el cierre.

Las intervenciones fueron grabadas por el realizador Juan Lesta para ser convertidas en un documento audiovisual que refuerce la lucha y reivindicaciones de los trabajadores.

Hablaron delante del micrófono, la mayoría dieron el número con el que les identifica Alcoa, como Nieves, el 4.936, la primera de las mujeres que participaron en el evento y la que más tiempo lleva en activo de todos los que revelaron su identidad. Ella lo hace desde hace 41 años y está en el departamento de compras.

Alguno olvidó decir su número o su nombre y también hubo a quien, con los nervios, se le pasó recibir con un abrazo al siguiente en el turno de palabra, pero todos tienen la esperanza, como dijo Francisco, uno de los ya jubilados, de que "siga echando humo la fábrica".

Ese es el deseo de Miguel Conde, que lleva 19 años en la empresa y es la tercera generación de una familia ligada a la factoría coruñesa: "Alcoa siempre nos trata como un número y somos personas, con nuestras familias, nuestros sentimientos", confiesa a Efe.

"Yo le tengo bastante cariño a la empresa, no a Alcoa, que me está despidiendo, pero mi abuelo hizo esta fábrica, mi padre trabajó 40 años y ahora llevo yo 19. Llevo la fábrica dentro, es nuestra y lo que no queremos es que una multinacional americana haya venido a sacarle su fruto y ahora la quiera cerrar; la empresa sigue siendo rentable", defiende.

También sostiene que si en España "el precio de energía es igual que el del resto de los países europeos de la UE", la factoría coruñesa es "más rentables que el resto".

"La exigencia es arrancar la planta otra vez integralmente, con la electrólisis, la fundición y todo lo que quieran meter debajo de la fundición, pero, sobre todo seguir siendo productores de aluminio primario en nuestro país, que es un sector de futuro y hay que protegerlo", asegura a Efe el 7.326, Juan Carlos López Corbacho, presidente del Comité de empresa.

"Este es un acto humano. Hay muchas empresas que están padeciendo un ERE y detrás de cada uno de ellos hay muchas vidas rotas porque las empresas cada día aplican más este tipo de situaciones", explica a punto de cumplir 30 años en el departamento de fundición.

El representante sindical señala que "los trabajadores lo están pasando muy mal y las familias sufren".

"Alcoa no es distinta a los demás, hay talleres más pequeños que están pasando una situación similar o peor. Cada día se nos complica más la vida porque el adelanto de las elecciones no nos facilita el buscar una solución, pero no vamos a parar, vamos a estar ágiles y preparados para dar ese paso más que tenemos que dar y exigir una solución", sostiene.

En su opinión, "hay que cambiar la legislación y dar tiempo a los trabajadores para poder negociar una salida decente y trabajar con dignidad".

La prioridad, indica, es que se apruebe el estatuto para la industria electrointensiva con todas las medidas necesarias para incentivar la compra de las fábricas de A Coruña y Avilés.

"El Gobierno tiene que regular de urgencia, como dijo este viernes que iba a hacerlo, porque lo necesitamos ya", arguye Corbacho.

En su opinión, el "escenario ahora es más positivo" después de haberlo "vestido con 20 millones de euros para poder sacar las plantas adelante", pero "no interesa tanto el escenario regulatorio eléctrico en el país y lo primero es regular eso".

"Hay intereses por las plantas, pero propuestas concretas y razonadas no creo que haya muchas. Tenemos que evaluar la situación, ver cuál es el mejor plan industrial para la planta, llevarlo con mucho mimo, buscar los inversores sin alardear de ellos. Las plantas no se van a vender en la prensa, se van a vender en una mesa", arguye.

Como Corbacho, Miguel, Alejandro, Fani, Mario, Luis, Isolina, Jesús, Julio, Miguel... los más de medio centenar de trabajadores de Alcoa reclamaron una solución al problema de la energía y pidieron que la fábrica no se cierre, tampoco la de Avilés en Asturias, en un acto que finalizó con aplausos.

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