El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) celebra este lunes la vista por la triple cuestión prejudicial planteada por un magistrado español sobre la validez de las hipotecas referenciadas al IRPH (Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios).
Aunque la sentencia se conocerá, previsiblemente, en la segunda mitad del año, la banca seguirá con atención las novedades procedentes de Luxemburgo donde se dilucidará un proceso que, de declarar nulo este índice, podría acarrear al sector un coste de entre 7.000 y 44.000 millones, según Goldman Sachs.
En su informe, el banco de inversión extrapola el impacto que tendría un fallo favorable al consumidor desde las entidades cotizadas a las que cubre -Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankia, Bankinter y Unicaja- al resto del sistema financiero español.
A excepción de Bankinter, al que no afectaría la factura, los otros seis tendrían que asumir un coste antes de impuestos de entre 4.600 y 29.249 millones, dando por hecho que todos los afectados -en torno a medio millón- reclamarían su dinero.
En términos absolutos, CaixaBank sería la más expuesta a la posible anulación del IRPH, lo que le costaría entre 1.775 y 11.250 millones.