Sao Paulo, 26 feb (EFECOM).- Centenas de trabajadores de la fábrica de Ford en Sao Bernardo do Campo, en Sao Paulo, se reunieron este martes en la sede de su sindicato y oficializaron el inicio de una huelga indefinida, como protesta por la decisión de la compañía de cerrar la factoría donde trabajan 4.500 personas.
Ford anunció el pasado martes que cerrará su fábrica ubicada en la región metropolitana de Sao Paulo, la más antigua que la compañía estadounidense tiene en Brasil, como parte de su decisión estratégica de dejar de producir y vender camionetas en Sudamérica.
El Sindicato de los Metalúrgicos, que representa a los empleados de Ford, decidió en asamblea convocar oficialmente una huelga por tiempo indefinido, aunque los empleados ya habían dejado de trabajar desde el momento en el que se anunció el cierre de la planta.
El sindicato tiene previsto reunirse la próxima semana con el director de Ford, James Hackett, en la sede de la compañía ubicada en Michigan, en Estados Unidos, para tratar de revertir la decisión de la matriz.
El izquierdista Guilherme Boulos, quien fue candidato a las presidenciales de octubre por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), acudió hoy a la concentración en apoyo a los trabajadores y manifestó en una entrevista con Efe que, en su opinión, "la resistencia" de la plantilla es "necesaria para todos los trabajadores brasileños".
"Si Ford llega aquí, toma esa decisión, da la espalda a sus trabajadores y no pasa nada y cierra, otras empresas van a reaccionar de la misma manera", argumentó Boulos.
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que fue metalúrgico en la región y lideró la lucha sindical allí durante los años setenta, en tiempos de la dictadura militar (1964-1985), volvió a expresar este martes su apoyo a los trabajadores a través de sus redes sociales.
En Twitter, Lula sugirió que los trabajadores presionen al actual Gobierno, presidido por el ultraderechista Jair Bolsonaro, para que este "prohíba la importación de productos de la empresa fabricados en otro país" si siguen adelante con el cierre.
Por otro lado, el gobernador del estado de Sao Paulo, Joao Doria, comunicó tras el anuncio que ayudaría a la empresa a encontrar un comprador para la fábrica y este martes informó a los periodistas de que ya hay tres interesados, dos multinacionales y una empresa brasileña, aunque no dijo el nombre de ninguna de ellas.
A los 2.800 trabajadores de Ford cabe sumar otros 1.700 subcontratados como personal de limpieza y el sindicato calcula que el cierre de la fábrica podría perjudicar a unas 27.000 personas, teniendo en cuenta la cadena productiva que llega hasta los pequeños comercios de la zona que dependen de la fábrica.