Ebro Foods, dedicada a la producción de pasta y arroz, cerró 2018 con un beneficio neto de 141,6 millones de euros, lo que supone una caída del 36 % respecto al año anterior.
Los responsables de la compañía han recordado que la cifra de 2017 se vio favorecida por una serie de cambios en materia fiscal en Estados Unidos, Francia e Italia que generó un ingreso extraordinario de 56,5 millones, a lo que se sumó "el complicado escenario de sobrecostes sufrido durante el ejercicio".
La facturación neta del grupo, por el contrario, evolucionó de forma positiva y subió un 5,6 % el pasado año, hasta superar los 2.646 millones de euros.
De esta cifra, 1.412 millones procedieron de su división de arroz (+5 %) y 1.298 millones de la unidad de pasta (+6,6 %), de acuerdo con el informe de resultados anual enviado hoy por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El 93 % de las ventas de Ebro Foods se registra fuera de España, con los países de la Unión Europea como su mejor cliente.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) bajó un 13,4 %, hasta los 310,8 millones de euros, y el margen Ebitda pasó del 14,3 % al 11,7 %.
La deuda neta del grupo creció durante el último año un 36 %, hasta los 704 millones de euros, debido a las inversiones destinadas a "garantizar el suministro de materias primas en un entorno de gran volatilidad", a la compra de la empresa italiana Bertagni y al aumento de la inversión Capex (138,9 millones).