Sao Paulo, 27 feb (EFECOM).- La petrolera estatal Petrobras, considerada la "joya empresarial" de Brasil, cerró 2018 con un beneficio neto de 25.779 millones de reales (unos 6.915 millones de dólares), por lo que volvió a brillar después de cuatro años de pérdidas anuales consecutivas.
Solo en 2017, la petrolera registró unas pérdidas por 446 millones de reales (unos 120 millones de dólares), de modo que el buen desempeño de 2018 pone fin a un "doloroso ciclo" marcado por el gigantesco escándalo de corrupción destapado en el marco de la operación Lava Jato, que conllevó a una profunda crisis económica en la petrolera.
En los últimos años, los resultados de la empresa se vieron afectados sobre todo por los acuerdos que cerró con la Justicia de Estados Unidos para que se extinguiera algunos procesos judiciales abiertos por inversores de ese país tras las corruptelas destapadas en el seno de la mayor empresa de Brasil.
En un comunicado enviado al mercado, el presidente de la estatal, Roberto Castello Branco, consideró que los acuerdos alcanzados y la venta de la refinería estadounidense de Pasadena, cuya adquisición se transformó en un "símbolo de la corrupción", marcan el fin de "un ciclo doloroso para Petrobras, sus accionistas, colaboradores y para la sociedad brasileña".
En los doce meses del año pasado, los ingresos de la petrolera sumaron 349.836 millones de reales (unos 93.755 millones de dólares), lo que representa un aumento de un 23 % respecto a los 283.695 millones de reales (76.037 millones de dólares) registrados en 2017.
Asimismo, el beneficio operacional ajustado (Ebtida) de la compañía se situó en los 114.852 millones de reales (30.783 millones de dólares) en 2018, un aumento de un 50 % respecto al año inmediatamente anterior y que supone un récord histórico.
Los buenos resultados fueron impulsados por la mejora del lucro operacional y del resultado financiero, la reducción de la deuda, la depreciación de la divisa brasileña frente al dólar y el aumento del precio promedio del barril de petróleo Brent.
"El desempeño de Petrobras en el año que pasó (2018) fue indiscutiblemente el mejor en muchos años, lo que incluye la obtención de algunos récords históricos" y la "interrupción de cuatro años consecutivos de perjuicios", señaló Castello Branco, citado en el informe.
Con respecto al flujo de caja libre, la empresa alcanzó en 2018 los 54.600 millones de reales (14.634 millones de dólares), una marca inédita que representa un volumen un 24 % superior al registrado en 2017.
Asimismo, la remuneración total de los accionistas será de 7.100 millones de reales (1.903 millones de dólares), lo que supone el pago de 0,25 reales (0,06 dólares) por acción ordinaria y 0,92 reales para la preferencial (0,24 dólares).
No obstante, Petrobras reconoció que aún mantiene una "elevada" deuda bruta, que asciende a los 326.876 millones de reales (unos 87.610 millones de dólares), aunque haya disminuido un 10 % frente a los 361.483 millones de reales (96.886 millones de dólares) registrados a finales de 2017.
Por eso, se comprometió a "actuar simultáneamente" tanto para la "reducción de la deuda" como para el "crecimiento del flujo de caja" a través del "aumento de la producción y recorte de costes".
En materia de producción de crudo y gas natural, Petrobras cerró 2018 con unos 2,63 millones de barriles de petróleo equivalente por día, pero confía en que la producción aumentará hasta los 2,8 millones de barriles de petróleo equivalente por día en 2019.
Según señaló en el informe, la producción estuvo "prácticamente estacionada" durante los últimos cinco años debido a factores múltiples, como la ausencia de subastas de bloques de petróleo entre 2008 y 2013, los "atrasos sistemáticos" en el desarrollo de proyectos y el declive natural de algunos campos de explotación.
Solo en el cuarto trimestre de 2018, los ingresos de Petrobras sumaron 92.720 millones de reales (24.850 millones de dólares), mientras obtuvo un beneficio neto de 2.102 millones de reales (unos 563 millones de dólares) en ese periodo.
Finalmente, Petrobras aseguró que, en 2019, dará continuidad a su actual programa de desinversiones, que prevé la venta de activos por unos 21.000 millones de dólares en dos años.