Sacyr cerró el ejercicio de 2018 con unos beneficios de 150 millones de euros, un 15,1 % más que en 2017, lo que ha comunicado la compañía este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El resultado bruto de explotación (ebitda) de Sacyr se elevó un 29 %, hasta 543 millones, gracias fundamentalmente al negocio concesional y, según la compañía, al "éxito de la estrategia" emprendida en 2015 sobre rentabilidad, disciplina financiera, expansión internacional y diversificación de las áreas de negocio.
La deuda neta de Sacyr se cerró en 2018 en 4.045 millones, 624 millones más que en el ejercicio anterior.
La facturación en 2018 ascendió a 3.796 millones, un 23 % más, con origen en un 60 % en los mercados internacionales.
Por áreas, Sacyr Concesiones arrojó el año pasado una cifra de negocios de 793 millones de euros, un 29 % superior a la obtenida en 2017, y contribuyó en un 66 % a incrementar la cartera de negocio global.
Esta división fue la segunda cuya facturación creció más durante 2018, por detrás de la de Ingeniería e Infraestructuras (1.713 millones facturados, un 40 % más).
En el área de Infraestructuras, los contratos internacionales representaron el 88 % del total (las concesiones representaron el 82 %), entre los que destacan la remodelación del ferrocarril central de Uruguay, la construcción del Metro de Fortaleza (Brasil) o los cuatro primeros contratos de la filial constructora en Estados Unidos por 318 millones.
Sacyr ha señalado que merced a la solidez de los resultados y la buena evolución de los negocios se reinicia la política regular de dividendos.