El Novo Banco registró pérdidas de 1.412,6 millones en 2018, un 38,5% menores que las de un año antes, y va a solicitar una inyección de capital de 1.149 millones al Fondo de Resolución, organismo público a través del cual el Estado portugués posee el 25% del capital
En un comunicado remitido hoy a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM), el banco explicó que va a solicitar 1.149 millones para compensar las pérdidas generadas por la venta de activos problemáticos.
Esta inyección será realizada a través del mecanismo de capital contingente, un instrumento incluido en el acuerdo de venta con el fondo estadounidense Lone Star -propietario del 75 % restante de la entidad- y por el que el año pasado ya recibió otros 792 millones.
El capital procederá del Fondo de Resolución, que está financiado con aportaciones del resto de bancos portugueses pero, en el caso de que no tuviese capital disponible, el Estado tendría que garantizar su financiación.
En el comunicado, el banco explicó que tuvo que revisar los resultados del cierre de 2017 para reflejar efectos derivados del mecanismo de capital contingente, entre otros factores.
De esa forma, las pérdidas de 1.395 millones anunciadas el año pasado, entonces una cifra récord, fueron revisadas y actualizadas a 2.298 millones.
Comparando con el montante actualizado, las pérdidas de 2018 son un 38,5 % menores a las de un año antes.
El margen financiero -que mide la diferencia entre los intereses cobrados por los créditos y los pagados por los depósitos- aumentó un 12,6%, hasta 454,3 millones, y el producto bancario -equivalente a los ingresos de la entidad- se situó en 484,2 millones, un 37,9% menos.
Los costes operativos disminuyeron un 11,3%, hasta los 487,3 millones, y el resultado antes de impuestos fue negativo en 713 millones, un 61% mejor que hace un año.
El banco cerró el año con 28.350 millones en depósitos, el 4,4% menos que en el ejercicio anterior, y el crédito moroso se redujo hasta el 22,4% del total.
En términos de solvencia, el Novo Banco presenta un ratio Common Equity Tier I del 12,8%, el mismo que tenía en diciembre del año pasado.
En el último año, la plantilla del grupo se ha reducido en 392 trabajadores y ahora cuenta con 5.096 empleados en 402 sucursales (se cerraron 71 oficinas en 2018).