La subida del precio de la carne trae de cabeza a Irán
Artemis Razmipour
Teherán, 1 mar (EFECOM).- La preocupación por la subida del precio de la carne ha reemplazado recientemente en Irán a la provocada por la devaluación de la moneda nacional, creando una polémica sin precedentes entre diferentes capas de la sociedad iraní.
Muchas familias han reducido o incluso eliminado su consumo de carne debido a su prohibitivo coste y otras se han congregado en largas filas frente a las carnicerías y tiendas que la ofrecen a un precio subvencionado por el Gobierno.
La carne de cordero rondaba hasta no hace mucho los 600.000 o 700.000 riales el kilo, pero se ha disparado hasta en el último mes hasta un 1,2 millones (unos 9 euros al cambio del mercado libre y 25 al oficial).
Y es que el aumento del valor de la carne ha provocado que su precio sea incluso anunciado en los canales de la red social Telegram dedicados hasta hace poco a informar de los cambios en el precio de la divisa y del oro.
Por ello, parte de la población se ha dirigido a los distribuidores de carne subvencionada, donde cuesta unos 380.000 riales el kilo de cordero y frente a los que ha habido estas semanas largas colas de gente.
En algunos de esos establecimientos el reparto se realiza a primera hora de la mañana y solo disponen de una cantidad limitada de carne, lo que ha llevado a los ciudadanos a aguardar su apertura desde la noche.
El tema del alza de los precios, al que se añade la desconfianza entre la población hacia la carne de bajo precio, se ha convertido en algo tan sensible que tanto en los establecimientos de carne subvencionada como en las carnicerías normales se ha impedido a los periodistas grabar o sacar fotos.
El rial ha perdido más de un 60 % de su valor respecto al dólar en menos de un año, lo que llevó a las autoridades a restringir el cambio de divisa y a la población a acudir en masa a las casas de cambio para intentar salvar sus ahorros.
A la corrupción y mala gestión achacan muchos este alza de los precios y la necesidad de importar, que ya ha sido tratado por el Parlamento en varias reuniones ante la controversia creada.
El vicepresidente de la comisión económica del Parlamento, Hasan Hoseiní Shahrudí, afirmó recientemente que la producción interna de pollo y también en parte la de cordero y ternera está "en consonancia con las necesidades del país".
"Tenemos mala gestión y mala coordinación entre el área de producción y de distribución", reconoció Shahrudí.
Esta situación se ha saldado ya con algunas detenciones de personas acusadas de acaparar carne y almacenarla para su venta en el futuro a un precio más elevado.
El fiscal general de Teherán, Abas Yafari Dolatabadí, anunció el pasado 20 de febrero que han sido arrestadas "cuatro personas relacionadas con agencias gubernamentales" y que han descubierto alrededor de 200 toneladas de carne almacenada en los supermercados.