La agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's rebajó este viernes la perspectiva de calificación de largo plazo de México en escala global de estable a negativa ante probables expectativas de menor crecimiento.
El cambio en las políticas públicas dirigidas a reducir la participación privada en el sector energético, y otros eventos que han disminuido la confianza de los inversionistas, "podría aumentar los pasivos contingentes en el soberano y reducir el crecimiento económico", explicó la agencia en un boletín.
La calificadora indicó que la nueva estrategia para el sector energético "coloca una carga adicional" sobre la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), que ya tiene un legado de débil desempeño operativo y financiero.
La carga fiscal de Pemex es elevada "a pesar de un reciente cambio en su esquema tributario que mejora modestamente su flujo de efectivo", explicó la calificadora sobre las medidas del Gobierno mexicano para apoyar a la empresa estatal.
El Gobierno de México anunció el 15 de febrero medidas extraordinarias de apoyo a la Pemex que, sumadas al ahorro esperado por el combate al robo de combustible, representan un beneficio de 107.000 millones de pesos (5.555 millones de dólares) este año.
Considerando la inyección de capital presupuestada para 2019, "suponemos que el Gobierno seguirá brindado apoyo financiero y de otro tipo a la petrolera" y ante la probabilidad "casi cierta" del respaldo extraordinario del Gobierno, "igualamos la calificación de Pemex con el soberano", indicó Standard & Poor's.
También "existe el riesgo de que la menor inversión del sector privado genere menores previsiones de crecimiento económico, lo que debilitaría la resiliencia económica del país", apuntó.
Sostuvo que este panorama podría contribuir a un deterioro fiscal y a generar incertidumbre en el mercado financiero, lo que "empeoraría el perfil financiero del soberano y nos llevaría a bajar la calificación".
No obstante, apuntó que el manejo de una política económica efectiva que mantenga "déficits fiscales moderados, aliente la inversión y aumente la confianza de los inversionistas ayudaría a fortalecer el panorama de crecimiento del producto interior bruto (PIB)".
Si además se da una contención de los potenciales pasivos contingentes de Pemex, se podría evitar la erosión del perfil financiero del soberano y "podríamos regresar la perspectiva a estable durante el siguiente año bajo este escenario.