La directora general de Volkswagen España, Laura Ros, ha advertido de que las ventas de automóviles en España no se recuperarán hasta que el Gobierno no transmita un mensaje de tranquilidad que permita a los compradores renovar sus vehículos sin tener que pensar en prohibiciones de determinadas tecnologías.
En declaraciones a Efe en el transcurso del Salón del automóvil de Ginebra, Ros ha expresado su preocupación porque el mercado sume, hasta febrero, seis meses consecutivos a la baja.
En su opinión, la caída de las compras en el canal de particulares da el mejor pulso sobre la situación real del mercado.
Ante la "incertidumbre" que han provocado los mensajes del Gobierno sobre el futuro del diésel y los planes de algunas comunidades, como Baleares, de prohibir su venta y circulación, los clientes están optando por las fórmulas de alquiler a largo plazo o "renting" para adquirir vehículos nuevos, ha explicado.
Esta tendencia también viene acompañada de una ralentización en la compra, que está haciendo que la demanda de nuevos vehículos esté retenida, mientras que aumenta la compraventa de vehículos de más de 15 años de antigüedad con el efecto que tiene sobre la calidad del aire de las ciudades y la seguridad vial, ha avisado Ros.
Esto último a su juicio es lo más preocupante, porque España es el segundo mercado de la Unión Europea con el parque automovilístico más envejecido, con una media que supera los 12 años.
No obstante, ha dicho que es optimista sobre la evolución que tendrá Volkswagen en España en 2019, ya que este año se completa la ofensiva lanzada en SUV con el T-Cross, que llegará al mercado en mayo y que se produce en Landaben (Navarra), junto al Polo.
La estrategia 2025 de la marca alemana establece que en cada segmento de volumen deben de contar con un todocamino, lo que han logrado con el T-Roc, Tiguan y Touareg.
Preguntada por qué le pediría al nuevo Gobierno que salga de las urnas el próximo 28 de abril, ha respondido que un plan estatal a medio y largo plazo para la industria del automóvil y que trabaje por la unidad de mercado para que exista una regulación 100 % alineada con los objetivos de Bruselas en materia de movilidad sostenible.
Esto implica que los planes de ayuda no se deleguen a las comunidades autónomas para que no haya situaciones de impacto fiscal diferentes según las regiones y para que no se cree una mayor complejidad en la gestión y concesión de éstas, ha precisado.
Del Plan Moves para vehículos alternativos ha dicho que supone un mensaje "muy positivo" para la mejora de la calidad del aire y la seguridad vial.
Pero ha vuelto a insistir al respecto en que el mercado necesita una solución única y, sobre todo, medidas más estructurales que no se agoten en días y que tengan estabilidad en el tiempo.