Bruselas, 7 mar (EFECOM).- La ONG Oxfam denunció hoy que nueve países que deberían ser considerados paraísos fiscales se quedarán fuera de la lista negra de la Unión Europea (UE) en 2019, entre ellos Panamá o Bermudas, pese a haber estado en el centro de varios escándalos y no haber acabado con sus malas prácticas fiscales.
Así se recoge en un informe publicado por la organización en vísperas de que la UE actualice el 12 de marzo el repertorio que creó en 2017 y en el que ahora solo están Samoa Americana, Guam, Samoa, las Islas Vírgenes estadounidenses y Trinidad y Tobago, así como la lista gris de 63 países que presentan problemas pero se han comprometido a hacer reformas para cumplir.
Oxfam ha aplicado los criterios que utiliza la UE para elaborar la lista y concluido que, además de Panamá y Bermudas, las Islas Vírgenes Británicas, las Islas Caimán, Guernesey, Hong Kong, la Isla de Man y Jersey tampoco entrarían en la lista negra pese a ser paraísos fiscales e incluso saldrían de la gris, según sus estimaciones.
La ONG cree asimismo que Suiza y Estados Unidos tampoco entrarán pese a no cumplir ciertos criterios porque "son demasiado poderosos" como para que los Veintiocho les incluyan.
Para elaborar la lista, la UE analiza las jurisdicciones basándose en tres criterios: el nivel de transparencia e intercambio de información, la existencia de prácticas fiscales perjudiciales, como facilitar el traslado de beneficios o la constitución de empresas opacas, y el cumplimiento de las normas internacionales para evitar la erosión de la base imponible (BEPS).
Para Oxfam el principal problema son los nueve "paraísos fiscales" que saldrán de la lista gris pese a que, a su juicio, las reformas acometidas no han sido suficientes y en algunos casos incluso han empeorado la situación.
La organización lo achaca a que la UE "ha fijado el listón muy bajo" en su análisis.
Por un lado, dicen, solo se fija en aquellas prácticas fiscales que dan una ventaja selectiva a sectores específicos o a compañías extranjeras, lo que ha permitido que, por ejemplo, Hong Kong haya extendido su régimen fiscal no solo a los beneficios generados en el extranjero sino a todos, lo que para la UE cuenta como positivo pero en la práctica "hace las cosas mucho peores".
Por otro, los requisitos que se imponen a los países con impuestos de sociedades de tipo cero o muy bajos para evitar que las multinacionales establezcan allí empresas pantalla "pueden ser muy débiles", con lo que la mayoría de grandes empresas "lo tendrán muy fácil" para eludir los controles.
La UE "mira si los compromisos se han implementado legalmente, pero nosotros creemos que hay que mirar la realidad económica", dijo el autor del informe, Johan Langerock.
"Para Oxfam todos estos paraísos fiscales aún están en riesgo de facilitar la elusión fiscal a gran escala o distorsionar los flujos de inversión", señala.
Por otra parte, el informe apunta que Suiza y Estados Unidos se quedarán fuera por razones políticas.
Señalan que el país helvético solo ha eliminado dos de las cinco prácticas perjudiciales que se comprometió a abolir, pese a que la UE viene exigiéndole cambios desde 2012.
Estados Unidos incumpliría los criterios de transparencia, ya que en lugar de aplicar el Estándar Común de Comunicación de Información (ECCI) de la OCDE como exige la UE aplica un sistema similar (FATCA, en inglés) de acuerdos bilaterales por el que los países comunitarios reciben menos información.
Para la organización, la UE ha perdido el impulso inicial que tuvo la lista y los Gobiernos podrían "blanquear algunos de los peores paraísos fiscales" en medio de presiones políticas y económicas.
Oxfam cree además que los Veintiocho deberían mirar dentro de casa, ya que según su análisis cinco Estados miembros -Irlanda, Luxemburgo, Holanda, Malta y Chipre- serían considerados paraísos fiscales si se les aplicasen los baremos de la lista, que solo afecta a terceros países
El estudio destaca que estos cinco países "atraen una cantidad desproporcionada de beneficios" que trasladan las empresas buscando mejores condiciones tributarias y recuerda que de los 600.000 millones de dólares (530.000 millones de euros) que las multinacionales llevaron a paraísos fiscales en 2015, un tercio fue a paraísos de la UE.
Subraya además que los incentivos a la cesión de derechos de patentes (Patent Box) y, en menor medida, las superdeducciones o los créditos fiscales al I+D pueden ser perjudiciales porque rebajan mucho la factura para grandes empresas.
Sería el caso de las ventajas fiscales a la propiedad intelectual en Irlanda y Holanda, que terminan imponiendo tasas efectivas inferiores al 2 %.