Bruselas, 8 mar (EFECOM).- España defiende que el futuro presupuesto para la eurozona debe ser un instrumento "ambicioso" que cubra gastos públicos destinados a impulsar el crecimiento y no se limite a costear reformas o replicar funciones que ya cumplen otros fondos comunitarios.

"Tenemos claro que los planteamientos que hemos visto hasta ahora son insuficientes", dijeron este viernes fuentes del Ministerio de Economía español, en vísperas de que los ministros de Economía y Finanzas del área de la moneda única, el Eurogrupo, debatan la cuestión el próximo lunes.

Según lo pactado en la cumbre de líderes del euro en diciembre, este instrumento presupuestario debe servir para mejorar la competitividad y la convergencia entre los países de la eurozona y enmarcarse dentro del marco financiero plurianual de toda la Unión Europea, aunque bajo la dirección estratégica de los miembros del euro.

España aboga por ir hacia un instrumento "ambicioso" que tenga objetivos de estabilización y un carácter contracíclico, es decir, que permita actuar en momentos de crisis. Insiste, además, en que debe ser "específico" para la eurozona y cumplir funciones que no se cubran ya con otras herramientas del presupuesto comunitario.

En ese sentido, está "totalmente en contra" de las propuestas que piden utilizar el Programa de Apoyo a las Reformas Estructurales de la Comisión Europea, que ya tiene una dotación prevista para toda la UE, y dedicar parte de esos fondos a la eurozona.

"No queremos que un instrumento para toda la UE tenga una ventana para la eurozona para hacer lo mismo que estaba previsto. Nos parece que eso no sirve para nada", apuntan desde el ministerio de Economía.

España cree que el presupuesto de la eurozona debería contribuir a cubrir gastos públicos que efectúen los presupuestos nacionales en medidas que permitan mejorar el crecimiento potencial futuro de la economía. Ahí entrarían desde inversiones hasta gastos asociados a reformas estructurales, explican.

Este componente contracíclico se enmarcaría, a juicio de España, dentro del objetivo de mejorar la convergencia que pactaron los líderes.

Sobre las condiciones para recibir fondos del presupuesto, España se opone a que se introduzcan condiciones nacionales de tipo presupuestario o macroeconómico, y cree que la condicionalidad debería aplicarse a los proyectos que presenten los países para obtener financiación, para asegurar que cumplen lo fijado por el Eurogrupo.

En cuanto al modo de financiar este instrumento, España cree que debe supeditarse a la función que se le dé.

En este sentido, considera que la idea francoalemana de que los Estados de la eurozona hagan aportaciones nacionales al margen del presupuesto de toda la UE solo sería aceptable si se acuerda un presupuesto de la eurozona con plenas capacidades, incluido un objetivo de estabilización.

París y Berlín acordaron el 21 de febrero una propuesta conjunta que apuesta por fijar contribuciones nacionales a través de un acuerdo intergubernamental, algo a lo que se oponen varios países del norte de la eurozona.

En cuanto a la gobernanza del instrumento, España aboga por un sistema a dos niveles, en el que los líderes del euro y el Eurogrupo darían las orientaciones políticas y la Comisión se encargaría de la gestión.

Fuentes del ministerio puntualizan que las líneas españolas aún no están "muy claras" y habrá que ver cómo se desarrolla el debate. Por el momento, España no ha publicado ningún documento específico con su postura similar al francoalemán.

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