Bruselas, 10 mar (EFECOM).- Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona, el Eurogrupo, retomarán mañana su debate sobre el futuro presupuesto para el área de la moneda única y abordarán la supervisión de las reformas en Grecia tras el fin del rescate, de lo que depende que Atenas reciba otros 970 millones de euros.
En esta ocasión, el Eurogrupo se centrará en cómo gastar la dotación del futuro instrumento presupuestario, cuyo volumen aún está por determinar, y contará para el debate con la propuesta conjunta presentada por Francia y Alemania en febrero.
Según lo pactado en diciembre por los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona, este instrumento debería enmarcarse en el presupuesto plurianual de toda la Unión Europea (UE) y servir para mejorar la competitividad y convergencia entre los países del euro, pero no podría utilizarse para estabilizar la economía de Estados individuales que atraviesen crisis.
La propuesta franco-alemana aboga por que se utilice para financiar tanto reformas estructurales como inversiones públicas y privadas, algo que a juicio de París y Berlín contribuiría a estabilizar la economía al mantener los niveles de inversión.
España, por su parte, se opone a que este instrumento se utilice solo para financiar reformas, algo que ya hacen otras herramientas del presupuesto comunitario, y aboga por que sirva para financiar gastos públicos destinados a potenciar el crecimiento, ya sean asociados a reformas o inversiones, y tenga un componente estabilizador.
En el lado contrario, países como Holanda o los nórdicos mantienen sus reticencias sobre el instrumento y se oponen a que tenga una función estabilizadora, pese a que también las instituciones europeas lo consideran esencial.
En todo caso, no habrá decisiones concretas hasta junio.
Por otro lado, la Comisión Europea (CE) presentará a los ministros los resultados de su segunda misión de supervisión reforzada en Grecia, efectuada en febrero dentro del sistema de vigilancia trimestral que se estableció tras el rescate para garantizar que completa las medidas acordadas en del mismo y no da marcha atrás a las reformas.
De estas conclusiones depende que Atenas reciba un desembolso de 970 millones de euros procedentes de los intereses de ciertos bonos helenos que están en manos de bancos centrales.
Al cerrar el rescate, en junio de 2018, el Eurogrupo acordó entregar estos réditos a Grecia de forma semestral si las instituciones confirmaban que había respetado sus compromisos, como incentivo para mantener las reformas.
Sin embargo, varias fuentes europeas apuntan que el Eurogrupo previsiblemente retrasará la decisión sobe el desembolso a su reunión de abril, ya que la Comisión afirma en su informe que, pese a haber realizado considerables progresos, Grecia aún debe completar tres de las dieciséis reformas que se le requerían hasta finales de 2018.
Se trata de cerrar el nuevo marco de protección contra los desahucios de propietarios de viviendas de uso habitual y la privatización de las centrales de lignito de la compañía pública de electricidad (PPC), así como de avanzar en la dotación de personal para la nueva Autoridad Independiente de Recaudación Pública.
En las últimas reuniones, Grecia ha insistido en que continúa trabajando para completar las acciones pendientes y entre los socios la sensación es que, si bien hay que hacer una evaluación seria de los compromisos, ha habido progresos muy significativos y se podría retrasar la decisión a abril para dar tiempo a Atenas.
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