(Actualiza con declaraciones del presidente del grupo Volkswagen)
El grupo automovilístico alemán Volkswagen, que en 2018 ganó 12.150 millones de euros netos, un 6 % más que en 2017, prevé producir 22 millones de vehículos eléctricos en diez años con la nueva plataforma, siete más de los que había calculado hasta ahora.
Volkswagen informó hoy al presentar el balance de 2018 de que quiere lanzar casi 70 modelos eléctricos nuevos en los próximos diez años, en vez de los 50 anunciados hasta ahora.
El beneficio neto atribuido a los accionistas de VW fue el año pasado de 11.827 millones de euros, un 5,8 % más que un año antes.
El grupo automovilístico ha firmado "un amplio programa de descarbonización para lograr un resultado completamente neutral de emisiones de CO2 en todas las áreas" en 2050 y se compromete completamente con los objetivos sobre el clima del Acuerdo de París.
El presidente del grupo Volkswagen, Herbert Diess, dijo que "Volkswagen asume responsabilidad respecto a las tendencias clave del futuro, en concreto respecto a la protección del clima" para contribuir a limitar el calentamiento global.
Diess también destacó en la rueda de prensa que actualmente existe una "gran incertidumbre" por la disputa comercial entre EEUU y China, el "brexit", los tipos de cambio y el debilitamiento económico en muchas regiones del mundo.
El mayor desafío en 2018 fue la nueva homologación de la flota de vehículos de acuerdo a los nuevos estándares de emisiones y consumo, en vigor en Europa desde septiembre del año pasado para todos los vehículos, lo que se conoce como WLTP (siglas en inglés de Worldwide Harmonized Light-Duty Vehicles Test Procedure).
Es el nuevo procedimiento de ensayo de vehículos ligeros armonizado a nivel mundial y es una forma de medir los estándares de emisiones para automóviles, que sustituye al antiguo procedimiento NEDC (nuevo ciclo de conducción europeo), que estaba en vigor desde 1997.
En Europa el nuevo procedimiento creó retrasos en las entregas de vehículos a los clientes y una caída de las ventas y de la cuota de mercado en la segunda mitad del año del grupo.
Diess explicó que Audi fue la marca más afectada por la implementación de los nuevos estándares, pero que a finales del primer trimestre todos los modelos estarán disponibles.
La marca VW también estuvo muy afectada, especialmente el desarrollo de motores.
Diess hizo hincapié en que 2019 el nuevo procedimiento de homologación también va a crearles problemas.
Las medidas de descarbonización siguen tres principios: una reducción de las emisiones de CO2 efectiva y sostenible, el cambio a energías renovables para el suministro de electricidad y compensar las emisiones restantes que no se pueden evitar.
El objetivo de 2025 del grupo VW es reducir el impacto de CO2 de la flota de vehículos en un 30 % en el ciclo de vida de automóvil, en comparación con las emisiones de 2015.
Además, el grupo electrifica su cartera de vehículos e invertirá en este área más de 30.000 millones de euros hasta 2023.
La cuota de eléctricos en la flota del grupo aumentará, al menos, hasta el 40 % hasta 2030.
El primero de la nueva generación de eléctricos se va a producir este año y es el Audi e-tron, al que seguirá el Porsche Taycan.
De momento, ya hay 20.000 pedidos de estos modelos, señaló el grupo Volkswagen, que el año pasado tuvo un beneficio operativo de 13.920 millones de euros, un 0,7 % más.
La rentabilidad operativa sobre las ventas fue el año pasado del 5,9 %, ante el 6 % en 2017.
La facturación subió un 2,7 %, hasta 235.800 millones de euros, y las entregas mejoraron un 0,9 %, hasta el récord de 10,8 millones de vehículos.
La crisis del diésel generó el año pasado unos costes extraordinarios de 3.200 millones de euros.