Londres, 13 mar (EFECOM).- El Gobierno del Reino Unido rebajó este miércoles del 1,6 al 1,2 % su previsión de crecimiento económico en 2019, a la espera de que el Parlamento decida si secunda un "brexit" duro o prefiere prorrogar la salida de la Unión Europea (UE) más allá del 29 de marzo.
El ministro de Economía, Philip Hammond, presentó en la Cámara de los Comunes la llamada Declaración de Primavera, en la que revisó la evolución de la economía y las finanzas nacionales desde la presentación del último presupuesto del Estado, el pasado octubre.
En su intervención, instó a los diputados a rechazar un "brexit" no negociado en la votación prevista para esta noche, y alertó de que no habría "soluciones rápidas" para minimizar el impacto económico de una retirada abrupta.
En cambio, si finalmente el Reino Unido sale de la UE con un acuerdo, podrían destinarse unos 26.600 millones de libras (31.000 millones de euros) a inversiones públicas para impulsar la actividad económica y revertir algunos de los recortes hechos en el pasado, indicó.
Hammond, del sector proeuropeo del Ejecutivo conservador, admitió que el rechazo anoche, por segunda vez, del tratado propuesto por la primera ministra, Theresa May, erige "una nube de incertidumbre sobre la economía", que la Cámara debe disipar.
Urgió a los diputados a "dejar de lado las diferencias y hallar una solución de compromiso", lo que pasa por solicitar a la UE que retrase la fecha de retirada del bloque -mediante la extensión del artículo 50 del Tratado de Lisboa-, algo que los Comunes valorarán en otra votación el jueves.
Aún en un escenario con pacto, la economía británica crecería este año sólo el 1,2 % -frente al 1,6 % pronosticado en octubre-, su ritmo más bajo desde la crisis crediticia de 2009, según los últimos cálculos de la Oficina de responsabilidad presupuestaria (OBR, en inglés), que supervisa las finanzas públicas.
En base a estos datos, el producto interior bruto (PIB) nacional crecerá un 1,4 % en 2020, lo mismo que lo pronosticado anteriormente, y un 1,6 % en los tres años siguientes.
El déficit presupuestario se reducirá este año hasta el equivalente a un 1,1 % del PIB, más de lo estimado con anterioridad, mientras que la deuda neta acumulada caerá a un 82,2 % del PIB en 2020 y bajará en los años siguientes hasta llegar al 73 % en 2023-24.
Hammond avanzó que, si finalmente el país sale de la UE con acuerdo, publicará antes del verano un plan económico a tres años que incluirá el mencionado incremento del gasto público, para "dejar atrás la austeridad" aplicada por su Gobierno desde 2010.
Las previsiones económicas también tendrían que revisarse en caso de un "brexit" duro, el cual, avisó, causaría "una reducción a corto y medio plazo de la capacidad productiva de la economía", con un menor crecimiento, más desempleo y un aumento de los precios.
La Declaración de Primavera del ministro, que, como se esperaba, no incluyó grandes novedades fiscales, quedó en segundo plano ante la evolución de los acontecimientos relativos al "brexit", con las dos votaciones clave previstas en las próximas horas.
Ante la mayor probabilidad de una salida no pactada, el Ministerio de Comercio Internacional dio a conocer también hoy la que sería su política arancelaria en ese escenario, cuando eximiría de aranceles a un 87 % del valor de las importaciones (frente al 80 % actual), sobre todo de fuera de la UE.
El plan, que ha sido muy criticado por el sector empresarial, supone que un 82 % del valor de las importaciones del bloque europeo estarían exentas de tarifas, del 100 % actual, y lo mismo para un 92 % de las extracomunitarias, frente a un 56 % en la actualidad.