La marca premium alemana Audi prevé poder ofrecer a los usuarios en 2025 hasta treinta modelos electrificados, en cuyo desarrollo aplicará economías de escala y utilizará las plataformas compartidas con el Grupo Volkswagen, al que pertenece.
Así lo ha anunciado el consejero delegado de Audi, Bram Schot, durante la presentación de resultados de la marca de los cuatro aros este jueves en su sede en Ingolstadt (Alemania).
"Los clientes se pasarán a vehículos eléctricos más rápida y ampliamente de lo que habíamos esperado en un principio", ha apuntado Schot, quien ha considerado que las economías de escala del grupo son una "ventaja crucial" para el desarrollo de la gama electrificada de la compañía en el futuro.
Schot ha hecho hincapié en la importancia que tiene para Audi la electromovilidad y los servicios que ofrece la conectividad y la digitalización, ya que con esta última esperan registrar unos ingresos de 1.000 millones de euros.
Por tanto, según ha indicado Schot, en Audi electrificarán cada uno de sus modelos de producción y desarrollarán otros completamente nuevos.
Como parte de su ofensiva eléctrica -a parte del recién llegado e-tron 100 % eléctrico- Audi anticipó en el Salón de Ginebra el prototipo Q4 e-tron concept, que será su quinto modelo eléctrico de serie y que está previsto que llegue a finales de 2020.
Para este año Audi también presentará el e-tron Sportback y el Q2L e-tron (para el mercado chino).
Otro será el e-tron GT, un coupé de cuatro puertas que está previsto para la segunda mitad de 2020 y que coincidirá en el tiempo con la entrada en producción del compacto Q4 e-tron.
De los 30 electrificados que prevé ofertar en 2025, 12 serán 100% eléctricos. Además en esa fecha el objetivo de Audi es que un tercio de sus ventas sea de modelos electrificados.
El fabricante ha ganado 3.463 millones de euros en 2018, un 0,9 % más, a pesar del impacto negativo de los casi 1.200 millones de euros por el dieselgate y las dificultades para adaptarse al ciclo WLTP.
Para el consejero delegado de Audi, Bram Schot, aunque en la compañía no están "satisfechos" con los resultados, en 2018 ha habido crisis internacionales y fluctuaciones severas que han afectado a todos los mercados.
Además, a Audi también le ha afectado la detención del anterior presidente Rupert Stadler y los gastos relacionados con el dieselgate (en este último punto, Schot ha detallado que ya han intervenido o devuelto el 85 % de los coches afectados y el resto los seguirán procesando "sistemáticamente").
Por otra parte, según Schot, la movilidad eléctrica, la digitalización y la conducción autónoma necesitan inversiones como la que está planeando la compañía.
La marca de los cuatro aros prevé destinar, dentro de su hoja de ruta "Audi Transformation Plan", 14.000 millones de euros hasta 2023 para avanzar específicamente en la movilidad eléctrica, la digitalización y la conducción autónoma.
Para obtener esta cantidad y atajar el gasto a lo largo de toda su cadena de valor, coordinarán la producción de su gama y reducirán la complejidad y los costes de producción. También utilizarán prototipos virtuales en lugar de físicos, entre otras cosas.
Así lo ha explicado el miembro del consejo de administración de Finanzas, China y Compliance, Alexander Seitz, quien ha señalado que el 2018 fue "sin duda, un año difícil para Audi" debido a la volatilidad de los mercados y los retos macroeconómicos.
Para 2019, Seitz prevé que en el primer semestre se sigan sintiendo los efectos del WLTP, al mismo tiempo que indicado que hay que tener en cuenta las dificultades en el mercado, el impacto de las divisas y los riesgos de aprovisionamiento de materias primas.
También ha hecho hincapié en la importancia para Audi de China, a la que ha considerado "el mercado del futuro" y en el que llevarán a cabo un proceso de investigación y desarrollo y buscarán socios a nivel local.
En 2022, Audi producirá localmente en el país hasta 12 modelos, y su objetivo a "medio plazo" es vender cerca de un millón de vehículos al año.