La banca española redujo en febrero un 1,1% sus peticiones de financiación a largo plazo al Banco Central Europeo (BCE) y las dejó en 167.200 millones de euros, según los datos publicados este jueves por el Banco de España.
Este tipo de financiación incluye los llamados TLTRO por sus siglas en inglés, que son créditos a largo plazo que se conceden a la banca en condiciones ventajosas para que se canalicen en créditos al sector privado y de los cuales el BCE anunció recientemente el lanzamiento de la tercera oleada.
En comparación con el mes anterior, las peticiones de liquidez a largo plazo se han quedado casi como estaban, ya que en enero sumaron 167.296 millones de euros, con lo que continúan en su nivel más bajo desde marzo de 2017, cuando sumaron 147.927 millones tras caer bruscamente desde los casi 173.000 millones del mes anterior.
En cuanto a la liquidez a corto plazo, en esta ocasión las peticiones aumentaron año contra año en 177 millones de euros, desde los 43 millones de febrero de 2017 hasta los 220 millones, una proporción casi idéntica a la registrada mes contra mes, ya que en enero de 2019 los bancos pidieron 46 millones de euros a corto plazo.
En el conjunto de países de la zona del euro, las peticiones de financiación a largo bajaron en casi un 5% en un año, hasta los 723.253 millones de euros, frente a los 760.643 millones del segundo mes de 2018.
En comparación con el mes anterior, estas solicitudes del conjunto de la zona del euro cayeron en 561 millones, desde los 723.814 millones que sumaban entonces.
En cuanto a la liquidez a corto solicitada en el conjunto de la zona euro, los casi 6.000 millones de febrero triplicaron a los casi 2.000 millones de un año antes y se redujeron en 1.217 millones en comparación con enero.
La información publicada hoy también pone de manifiesto que el saldo vivo del programa de compra de deuda pública y bonos, cuyo objetivo era estimular la economía europea y que terminó en diciembre, cayó a 336.249 millones de euros desde los poco más de 338.000 millones de enero.
En total, los bancos centrales de la zona del euro habían destinado al cierre del mes de febrero 2,647 billones de euros a este programa de compra de activos puesto en marcha por el BCE, ligeramente por encima de los 2,650 billones de enero.
El ya extinto programa de estímulos del BCE comenzó en marzo de 2015 y consistía en que la entidad, a través de los bancos centrales de la zona del euro, compraba cada mes 60.000 millones de euros en deuda pública y de bancos de esos países, además de bonos de empresas con la condición de que no tuvieran calificación de "bono basura".