Madrid, 17 mar (EFECOM).- Iberdrola, Endesa y Naturgy, propietarios de la central nuclear de Almaraz, se reúnen de nuevo el próximo martes para intentar llegar a un acuerdo para presentar la solicitud de renovación del permiso de explotación de la planta, para lo que tienen de plazo hasta el 31 de marzo.
Las peticiones de renovación de las licencias de explotación de esta central y de la de Vandellós II, planta esta última en la que sólo tienen participación Endesa e Iberdrola, tendrán que presentarse antes de que finalice este mes.
La asamblea de propietarios de la central de Almaraz se reunirá de nuevo el martes 19 de marzo, después de que el pasado 12 de marzo las empresas que se reparten la propiedad de la planta (Iberdrola, con un 53 %; Endesa, con un 36 %, y Naturgy, con un 11 %) volvieran a discrepar sobre la forma de presentar la solicitud.
A pesar de que todas las empresas con participaciones en instalaciones de generación nuclear en España hayan firmado con la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) el protocolo que recoge el calendario por el que todas las nucleares españolas cerrarán entre 2025 y 2035, la reunión del pasado martes finalizó sin acuerdo.
Fuentes conocedoras del encuentro explicaron a Efe que Iberdrola y Naturgy querían vincular la petición de la renovación del permiso de explotación, por los años recogidos en el protocolo, a condiciones económicas y a las inversiones a efectuar.
En el protocolo figura que la licencia para que Almaraz siga funcionando se renovaría por 7,4 años en el caso del grupo I de la central cacereña y por 8,2 años, en su grupo II, con lo que la planta extendería su operación hasta 2028.
Antes de la asamblea se reunió la junta de administradores de la central, la encargada de abordar cuestiones ordinarias, que aprobó el plan de negocio de la planta hasta 2028.
Además, el próximo miércoles, 20 de marzo, se vuelve a reunir la asamblea de propietarios de la central de Vandellós II, en la que Endesa participa con un 72 % e Iberdrola con un 28 %.
La asamblea de propietarios de esta central ya se reunió el pasado 13 de marzo y en ella se decidió convocar un nuevo encuentro para el día 20, un día después de que la reunión de la de Almaraz.
Aunque las circunstancias de la central tarraconense son muy distintas a las de Almaraz, la idea es que las bases que se sienten para la renovación de la licencia de Almaraz puedan reproducirse en el resto centrales en la medida que sea posible o válido, ya que sus características, circunstancias y antigüedad, han indicado a Efe otras fuentes conocedoras de las reuniones.
A diferencia de Almaraz, que es la primera que cerraría, según el protocolo con Enresa, Vandellós II sería la penúltima que lo hiciera -la última sería Trillo-.
La central tarraconense podría operar hasta 2035, con lo que, después del permiso que pida ahora por 10 años, podría solicitar otro.
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, decía el pasado martes que, con el calendario para el cierre del parque nuclear, se podrá desmantelar en condiciones de seguridad y evitar el "espectáculo" que fue el cierre de Garoña.
Garoña, que había estado desconectada de la red desde diciembre de 2012, obtuvo en 2017 el informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para volver a operar siempre que cumpliera con inversiones para mejorar los sistemas de seguridad nuclear y protección radiológica.
No obstante, el Ministerio de Energía decidió finalmente denegarle el permiso después de que los dos socios (Iberdrola y Endesa) que participaban al 50 % en la empresa titular de la central, Nuclenor, discreparan sobre reanudar su actividad.