El Dow Jones de Industriales se anotó este lunes su cuarta jornada consecutiva de ganancias pese al lastre de la aeronáutica Boeing, la firma más perjudicada en un mercado que, no obstante, siguió volando a la espera de recibir buenas noticias sobre política monetaria esta semana.
El Dow tuvo altibajos pero logró avanzar un 0,25 %, impulsado por la gigante tecnológica Apple (1,02 %), entre otras como Goldman Sachs (2,18 %), Unitedhealth (1,43 %) o Microsoft (1,39 %), que fortalecieron al grupo de las 30 mayores cotizadas de EE.UU. frente a la caída de uno de sus componentes más importantes, Boeing (-1,77 %).
Los inversores se afanaron en comprar títulos de Boeing el viernes, tras días de retrocesos en reacción al accidente ocurrido en Etiopía en 10 de marzo con uno de sus aviones 737 MAX 8, el mismo que estuvo involucrado en el siniestro de Indonesia del pasado octubre, y que ha sido vetado por más de medio centenar de países.
Pero este lunes los operadores apostaron por las ventas ante la investigación de EE.UU.sobre la aprobación por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA) de esas aeronaves, mientras Boeing ultima una actualización del software de los aparatos.
Aun así fue un día generalmente bueno en Wall Street, que solo vio breves incursiones en terreno negativo del Dow y el Nasdaq, y finalmente registró progresos en los tres indicadores.
En el Nasdaq pesó Facebook (-3,32 %), que tuvo su mayor descenso en lo que va de año después de que los analistas rebajaran su atractivo bursátil por su tratamiento de la privacidad y los mensajes cifrados, así como por un posible mayor control regulatorio.
Los mercados optaron por prepararse para cualquier detalle que salga de la reunión de dos días sobre política monetaria que celebrará la Reserva Federal este martes, y en la que no se prevé una nueva subida de los tipos de interés ya que el banco central ha indicado que será "paciente".
Así, el sector financiero fue uno de los grandes beneficiados de la jornada, con un repunte del 1,03 %, aunque la ganancia fue mayor para el energético, vinculado al alza de los precios del petróleo ante la posibilidad de que la OPEP extienda sus recortes de producción hasta finales de junio.