El Banco Central de Brasil informó este miércoles de que mantuvo por octava vez consecutiva el tipo básico de intereses del país en el 6,50 % anual, el menor nivel desde su implementación en 1996.
La decisión fue tomada por unanimidad durante la segunda reunión del año del Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central y la primera presidida por el nuevo titular de la autoridad monetaria, Roberto Campos Neto, designado al cargo por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro.
El Copom justificó nuevamente el mantenimiento de los tipos en que "indicadores recientes de la actividad económica apuntan un ritmo menor del esperado", a pesar de advertir de que la economía del país sigue en proceso de recuperación gradual.
"La continuidad del proceso de reformas y ajustes necesarios en la economía brasileña son esenciales para mantener una inflación baja a medio y largo plazo, para la caída de la tasa de intereses estructural y para la recuperación sostenible de la economía", agregó el texto.
El mercado espera los avances de la propuesta de reforma del sistema de jubilaciones y pensiones presentado por Bolsonaro al Congreso.
De acuerdo con el Copom, los próximos pasos de la política monetaria dependerán "de la evolución de la actividad económica, del balance de riesgos y de las proyecciones y expectativas de la inflación".
El mantenimiento del tipo básico de intereses en el 6,5 % estaba previsto por los analistas, quienes consideran que la cifra no será elevada en este año.
Con base en la investigación Focus, que semanalmente realiza el Banco Central con economistas del mercado financiero, las expectativas para la inflación en 2019, 2020 y 2021 se sitúan alrededor del 3,9, el 4,0 y 3,75 %, respectivamente.
Las proyecciones son similares a las del propio Copom, que prevé una inflación también controlada del 3,9 % para 2019 y del 3,8 % para 2020, lo que supone una trayectoria que cierra 2019 con unos tipos estables en el 6,5 % y que se elevaría a un 8,0 % en 2020.
La economía brasileña sigue en la senda de la recuperación tras la profunda recesión vivida entre 2015 y 2016, período en el que se desplomó un 7 por ciento en el acumulado, y de la que solo comenzó a levantarse en 2017, cuando creció un ligero 1,0 %.