EDP tiene intención de cerrar el grupo I de la central térmica de carbón de Aboño (Asturias) a mediados de 2020 y seguirían funcionando las de Aboño II y Soto de la Ribera, que son las plantas en las que ha hecho inversiones para adaptarlas a la nueva normativa ambiental europea.
El consejero delegado de EDP en España, Rui Teixeira, ha indicado este miércoles en un encuentro con medios de comunicación en Madrid que si nada cambia Aboño I cerraría.
En el caso de los grupos en que EDP ha hecho inversiones en desnitrificación y desulfurización -Aboño II y Soto III-, Teixeira ha señalado que funcionarán "mientras el mercado lo justifique".
No obstante, ha indicado que se está estudiando para estas plantas de generación eléctrica por carbón, si técnica y económicamente tiene sentido un cambio de combustible por el que el carbón pueda ser sustituido por residuos o biomasa.
Además, ha señalado que la compañía está pensando si en Asturias podría haber una evolución en estas plantas hacia la generación con gas, aunque para garantizar la continuidad de las infraestructuras, habría que obtener una conclusión "favorable" en esos estudios.
Teixeira ha manifestado que no debe cerrarse una tecnología por decreto, por una decisión administrativa, pues hoy hay un mercado competitivo y debe ser el mercado el que decida.
Ha señalado que EDP mantiene sus plantas de carbón cumpliendo con las mejores prácticas medioambientales y la compañía invierte para mantener su flexibilidad y eficiencia.
EDP invirtió 90 millones de euros en las plantas de desnitrificación de Soto de Ribera y Aboño, y en febrero anunció que ha iniciado un proceso de modernización y puesta en marcha de mejoras ambientales en la instalación de la central térmica de Aboño con una inversión de 10,5 millones de euros para mejorar su eficiencia.
Después de esta inversión, el grupo 2 de esta central arrancó de nuevo tras la parada llevada a cabo entre el 21 de enero y el 6 de marzo para llevar a cabo esos proyectos de mejora.