Vodafone cubrirá el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con aproximadamente 500 bajas voluntarias, algunas de las cuales podrán ser "vetadas" por la empresa, y en torno a 500 despidos forzosos, lo que supone la salida de un total de mil trabajadores, según han indicado hoy a Efe fuentes cercanas a las conversaciones.
El pasado 22 de febrero los sindicatos alcanzaron un acuerdo con Vodafone para adherirse a la última propuesta presentada por la operadora, que rebajó el número de afectados por ERE de los 1.200 trabajadores iniciales a 1.000 (uno de cada cinco empleos) y además permitió que las bajas fueran voluntarias.
Según han explicado este miércoles las mismas fuentes el recorte que quiere realizar la dirección no se ha cubierto con los aproximadamente 500 voluntarios que se han presentado y, por tanto, la mitad de la reducción deberá producirse mediante despidos forzosos.
Además, la dirección de la Vodafone podría rechazar la salida de la compañía a algunos candidatos que se han presentado a las bajas voluntarias (el plazo para adherirse finalizó el pasado 4 de marzo), por lo que la cifra de bajas voluntarias se reducirá finalmente y los despidos podrían superar los 500 trabajadores.
Actualmente, la compañía se encuentra en proceso de valoración de las bajas voluntarias, que se harán caso por caso y aunque no se puede hablar de una cifra definitiva, en los próximos días se dará a conocer finalmente cuantos de los 500 trabajadores saldrán de la empresa bajo su potestad.
Los planes de Vodafone pasan por que el recorte de plantilla arranque antes del verano. Tras este ERE la operadora se ha comprometido a no llevar a cabo otro despido colectivo hasta el 31 de marzo del 2021.
En virtud del acuerdo alcanzado el pasado febrero, la operadora planteó que los empleados que durante 2020 cumplieran los 55 años y tuvieran 10 o más de antigüedad -un total de 102 empleados- pudieran adherirse voluntariamente al ERE.
En ese acuerdo, se pactaron las condiciones de la salida de los trabajadores, para los que se contemplan indemnizaciones brutas de 50 días de salario por año trabajado, prorrateándose por meses los periodos de tiempo inferiores a un año con un máximo de 33 mensualidades.
Por su parte, para los empleados con salario fijo igual o inferior a 28.000 euros brutos anuales, con al menos 5 o más años de antigüedad, se les ofrecerá un complemento de indemnización de 6.000 euros.