Lisboa, 22 mar (EFECOM).- La aerolínea portuguesa TAP anunció hoy que en 2018 registró unas pérdidas de 118 millones de euros, un resultado que justificó por el aumento del precio de combustibles y el coste de eventos extraordinarios, y que contrasta con el beneficio de 21 millones obtenido en 2017.
La compañía indicó en un comunicado que de esos 118 millones, 95 son costes no recurrentes y extraordinarios.
TAP vuelve así a las pérdidas tras obtener 21 millones de beneficio en 2017; en 2016 tuvo un resultado negativo de casi 28 millones de euros, y en 2015 perdió 156 millones de euros.
El resultado de 2018 contrasta con el incremento de los ingresos del 9,1 % registrado el año pasado, "más del doble de sus principales competidores europeos", subraya la aerolínea, "sobre todo debido al aumento del número de pasajeros transportados", que creció un 8,2 %, entre otros elementos.
Asimismo, destacó la expansión en el mercado estadounidense, que se incrementó en un 10 %, en tanto que hubo variación negativa en Brasil, donde cayó un 16 % debido al efecto de la "desvalorización cambiaria", que "causó la disminución de los ingresos del que es el principal mercado externo de TAP".
Los costes por operaciones de la compañía se incrementaron un 14,7 % en 2018, por cuestiones "de naturaleza extraordinaria", principalmente la cancelación de 2.490 vuelos "que obligaron al alquiler de aviones de substitución con tripulaciones y al pago de indemnizaciones a pasajeros", todo por valor de cerca de 41 millones de euros.
"Después de este periodo, fueron alcanzados acuerdos sindicales que aseguraron la paz social en la empresa en los próximos cinco años", agregó la compañía.
También se ha sentido en los resultados el programa de prejubilaciones y salidas voluntarias de trabajadores, que han conllevado un coste de 26,9 millones de euros.
Dicho programa "permitirá a TAP reducir en los próximos años costes por valor de más de 20 millones".
A todo ello se une el aumento del precio del petróleo, que se incrementó un 32 %.
Actualmente, el Estado portugués posee el 50 % del grupo TAP, en tanto que el consorcio Gateway, integrado por el empresario portugués Humberto Pedrosa (una de las mayores fortunas del país) y el brasileño-estadounidense David Neeleman (dueño de la aerolínea Azul), tiene una participación del 45 %.