Madrid, 25 mar (EFECOM).- El Partido Popular acometerá un plan de choque de reformas económicas "intensas" en los primeros cien días de gobierno si consigue llegar a La Moncloa tras las elecciones del 28 de abril, que incluirá una ley de armonización de la unidad de mercado, entre otras medidas.
Lo ha anunciado este lunes su presidente, Pablo Casado, durante su intervención en el foro "La España necesaria", organizado por el diario El Mundo, que ha centrado en su propuesta económica para los comicios generales.
Casado da la máxima prioridad a la política económica por ser el "principal pasaporte internacional" en un mundo globalizado y porque además puede permitir que se abandonen "ciertos debates divisivos".
Ha advertido de que la situación económica de España es "mala" y, por eso, se ha comprometido a poner en marcha un plan de choque reformista, de tal modo que, si logra gobernar, lanzará en los primeros cien días "reformas intensas en el entorno de la competitividad".
"Nuestra agenda es la competitividad", ha destacado el líder del PP, que ha explicado que para lograrlo es necesario rebajar costes, entre ellos los derivados de la dispersión del mercado.
De ahí, su intención de promover una ley de armonización de la unidad de mercado para que se pueda operar en todo el territorio nacional y que una licencia concedida por una comunidad autónoma sea válida también en cualquier otra.
Ha admitido que ya en la legislatura 2011-2015 se impulsó una normativa similar que fue recurrida por varias comunidades ante el Tribunal Constitucional, que anuló dos preceptos por considerar que quebraba competencias autonómicas.
No obstante, ha insistido en que el artículo 150.3 de la Constitución contempla leyes de armonización para materias atribuidas a las comunidades cuando lo exija el interés general y en que hay que apostar por la movilidad y por dar facilidades a quienes quieren emprender.
Para el PP, la fragmentación dificulta la competencia efectiva e impide lograr las necesarias economías de escala que permite operar en unidad de mercado en un territorio como el español.
La unidad de mercado, defiende, es esencial para relanzar la economía española y generar nuevas oportunidades y empleos.
Junto a esta medida, Casado ha recordado otras ya anunciadas para reducir los gastos fijos, como su "revolución fiscal", en la que "tocará" todos los impuestos con una rebaja del IRPF por debajo del 40 por ciento y del de sociedades del 20 por ciento, además de la eliminación de los de sucesiones y donaciones, patrimonio y actos jurídicos documentados.
Propone también un blindaje fiscal al ahorro, así como que haya transparencia en las cotizaciones sociales para que "los españoles sepan lo que están pagando", y una segunda reforma de las administraciones para continuar con la política de austeridad que supuso la Comisión para la Reforma de las Administraciones (CORA) impulsada por el gobierno de Mariano Rajoy.
A esto suma la reducción de los costes burocráticos para ayudar a crear una empresa en cinco días y de los gastos laborales incrementando la flexibilidad iniciada con la actual reforma laboral que, en su opinión, ha sido un "éxito".
Casado ha incidido además en la necesidad de bajar los gastos energéticos y atrasar el cierre de las nucleares en función de los tiempos de parada y, en materia de formación, ha propuesto otra reforma educativa para dar libertad a los padres para elegir colegio y a los centros para establecer su currículum.
Finalmente, ha defendido una revolución digital que sería "la IV revolución industrial" y ha asegurado que España podría ser en este sentido "la California de Europa".
"Quiero llegar al Gobierno para hacer estas cosas", ha afirmado Casado, que ha asegurado que, para lograrlo, está dispuesto a "achicharrarse", aunque le pudiera costar no acabar la legislatura e, incluso, la reelección.