México, 26 mar (EFECOM).- El Gobierno mexicano no reducirá su gasto público pese a que este lunes se anunciaron recortes en la Administración federal, aseguró ste martes en declaraciones a medios el subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera.
"Las dos cosas que no vamos a cambiar es el superávit primario y, lo segundo, la inversión pública", zanjó el funcionario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), quien precisó que esta equivale alrededor del 22 % del PIB del país.
Según expuso, la labor del actual gobierno es la de revertir la situación que vivió el país en los últimos años, en la cual "la inversión pública ha venido cayendo".
"No podemos permitirlo", aseveró, dejando en claro que el gasto público es "un motor muy importante para la economía del país".
Después, en referencia a las palabras del lunes del jefe de la Oficina de la Presidencia de México, Alfonso Romo, quien anunció más recortes dentro de la Administración, indicó que "no hay nada dramático en el desarrollo del presupuesto".
Herrera interpretó el presupuesto como algo que puede ir mutando y experimentando "ajustes en el gasto a partir tanto de la evolución de la economía como de los ingresos".
"La economía global se está desacelerando, tenemos que ser cuidadosos", argumentó.
Este lunes, durante un desayuno en la 102 Asamblea General de la American Chamber México, Romo dijo: "En las últimas dos semanas (el presidente López Obrador) nos ha pedido más recortes" en la Administración pública para evitar incrementos del déficit.
Y es que, aunque admitió que los recortes en la administración dificultan el trabajo interno del Gobierno, la lucha contra el déficit es la primera prioridad.
El nuevo Gobierno mexicano tiene "una determinación a no incurrir en déficit fiscal", un mandato que se aplicará "para bien o para mal", indicó Romo.
En caso de que esto traiga consecuencias negativas, añadió que ya se verá cómo se corrigen los efectos negativos de estos recortes.
Una de las directrices que define el programa del nuevo presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien asumió el poder el pasado 1 de diciembre, es el de la austeridad económica, especialmente en gastos que considera superfluos dentro de la administración.