El exministro de Economía Luis de Guindos ha explicado hoy en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia que en la última reunión con Rodrigo Rato al frente del banco no se habló de su dimisión y solo presentó su plan de saneamiento, que generó la "desconfianza" de los entonces presidentes de BBVA y Santander.
De Guindos, actual vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), fue titular de Economía entre diciembre de 2011 -seis meses después de la salida a Bolsa de Bankia- y marzo de 2018, y declara como testigo por videoconferencia desde Fráncfort a solicitud, entre otros, de la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), sindicato que ejerce la acusación popular.
A preguntas de la Fiscalía Anticorrupción, el exministro ha resaltado que con carácter previo a aquel encuentro ya habían mantenido otros "a nivel técnico, porque hubiera sido una irresponsabilidad" el no haberse reunido con los principales bancos, y ha destacado que "sólo" uno giró "específicamente" en torno a Bankia.
Fue el celebrado el 6 de mayo de 2012 a instancias del propio Rato, que quiso explicarle tanto a él como a los presidentes de entonces de Santander, Emilio Botín; BBVA, Francisco González, y CaixaBank, Isidro Fainé, las principales líneas del plan de desinversión y saneamiento con el que buscaba cumplir con los últimos requerimientos del Banco de España.
"No hubo conclusiones, fue una exposición, después cogieron la palabra los otros banqueros y dieron su opinión", ha afirmado De Guindos, que ha señalado que González y Botín mostraron su "desconfianza" al respecto.
Sin embargo, ha aclarado, "ahí no se habló de cuestiones personales", en contra de lo declarado durante el juicio por Rato, quien aseveró que el expresidente del BBVA fue el primero en solicitar su salida de Bankia.
Ante los reproches lanzados en la jornada previa por el exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que no fue llamado para acudir a esas citas, De Guindos ha normalizado la situación.
"Estoy convencido de que todos los ministros de Economía han comido con banqueros y sin estar el Banco de España, igual que me reunía con las eléctricas y no estaba el regulador eléctrico. Llega a estar delante y parece que estoy haciendo presión", ha sentenciado el vicepresidente del BCE, antes de concluir que tales reuniones "son absolutamente normales y lógicas".