Inmaculada Martínez

Valencia, 30 mar (EFECOM).- La firma de figuras de porcelana Lladró inicia este lunes el periodo de consultas de un despido colectivo todavía sin cifrar y que se aplicará al mismo tiempo que una regulación temporal de empleo para 270 empleados y con el añadido de un plan de prejubilaciones para 28 trabajadores este año.

Esta suma de procesos afectará de una manera u otra a los 451 trabajadores de las empresas del grupo Lladró: Arte y Porcelana, Daisa, Porsa y Lladró SA, las tres primeras envueltas en un ERTE de 123 días desde octubre de 2018 hasta marzo de 2020 para 270 trabajadores.

Ambos ajustes se aplicarán en paralelo y está por determinar si el plan de prejubilaciones que la empresa ha retomado este año entrará en la negociación del despido colectivo o se desarrollará al margen de este, han indicado a

Lladró nació en 1953 en un horno moruno del pueblo valenciano de Almàssera. Pronto se expandió internacionalmente, alcanzó éxito en todo el mundo y ha recibido numerosos e importantes galardones.

Ahora, la dirección ha convocado a los sindicatos para este 1 de abril, cuando quedará constituida la comisión negociadora del procedimiento de despido, el primero de la nueva etapa del grupo empresarial desde que el grupo inversor PHI Industrial se hizo cargo de la firma tras comprar todas las acciones en enero de 2017.

Ya en enero de este año, cuando la empresa trasladó que retomaba el plan de prejubilaciones iniciado en 2016, advirtió de que las 28 salidas mediante prejubilaciones no estaban ligadas al ERTE pero su puesta en marcha podría requerir de ajustes sobre el mismo, en función de la evolución del negocio.

Desde el 19 de octubre del año pasado se aplica este ERTE, que el pasado febrero agrupó varios días para poder atender el pico de producción que se esperaba a partir de marzo con los pedidos de las novedades.

El ERTE se aplica los viernes y los días de puente, pero siempre está abierto a variaciones en función de las necesidades.

Los ajustes en el empleo han sido una constante en la última década en Lladró para mantener el equilibrio entre la producción y la demanda tanto con la anterior dirección -la familia fundadora Lladró- como con la actual, en un intento de salvaguardar los puestos de trabajo y una mano de obra altamente cualificada.

En varias ocasiones se han aplicado reducciones de jornada para acompasar la producción a la demanda y ha sido una medida recurrente en los últimos años.

De hecho, después de varios años de ajustes sin aplicar ningún despido, en 2008 se planteó un expediente de extinción de empleo para el 19 % de la plantilla de entonces -el grupo contaba en ese momento con una nómina mundial de 1.500 personas-, según datos proporcionados por la empresa.

Las complicaciones para la firma de porcelanas comenzaron con la caída de las Torres Gemelas en 2001 y las consecuencias que tuvo el atentado sobre la demanda en general y del grupo valenciano en particular, ya que el norteamericano era su principal mercado.

Las necesidades de ajustes en la producción se han ido sucediendo a lo largo de los siguientes años para garantizar la viabilidad del negocio. EFECOM

im/cbr/ltm